Hace poco escribí sobre si el capitalismo era un buen sistema económico o no. La respuesta es claramente sí. Los valores liberales que representa el capitalismo como son la defensa de la propiedad privada, el fomento del emprendimiento, la introducción del capital como factor de producción que aumenta el rendimiento del factor trabajo y la libre competencia permiten a una sociedad progresar más y enriquecerse.
El sistema antagónico al capitalismo es el comunismo y basta ver los resultados que produce para desaconsejarlo. Basta comparar entre el PIB de la Alemania del Este y la del Oeste justo antes de la caída del muro de Berlín o entre el PIB de Corea del Sur y el del Corea del Norte.
Siguiendo con la relación entre divisiones geográficas y riqueza, algo así ocurre en España. Aquí el norte es más rico que el sur, al revés que en Corea, lo que nos hace pensar que son otras las circunstancias y no la simple ubicación geográfica la que condiciona la riqueza de una región o país.
¿Por qué el sur de España es tan pobre? Así se llama el vídeo de VisualEconomik, un canal de Youtube de gran calidad y más que recomendable que explica lo que aquí sintetizo.
En su día el sur fue muy rico. Ciudades como Granada y Córdoba bajo el dominio de Al-andalus tenían un gran esplendor. Tras su caída, Cádiz con el comercio con la recién conquistada América como punta de lanza gozó de altos niveles de riqueza.
La respuesta de la diferencia de riqueza entre el norte y el sur la delimita el río Tajo y la culpa fue cómo transcurrió la Reconquista de España.
Ésta se llevó a cabo muy lentamente desde el norte y hasta el río Tajo. Se tardaron 400 años. A partir de ahí hacia el sur, las victorias de los cristianos sobre los musulmanes se hicieron mucho más rápido. Tan solo en 100 años. Ese hecho hizo que en el norte se fueron creando nuevos asentamientos cristianos y se iba construyendo una consolidada y cohesionada red social.
¿Qué hizo que la Reconquista se acelerara desde el Tajo hasta el sur?
Hasta el río Tajo los reyes tenían gran poder e iban conquistando territorios poco a poco pero, desde ese punto hacia el sur, no tenían tanto y tuvieron que externalizar la conquista militar acudiendo a los nobles de la zona. Como en toda externalización, los contratados buscaron objetivos rápidos y una buena retribución. En este caso, recibieron grandes extensiones de tierras.
Así pues, debido a las prisas por acabar con la encomienda de gestión, desde el Tajo hasta el sur de la península ibérica existieron (y existen) pocos asentamientos. Aún hoy en día hay pocas ciudades y se encuentran muy distantes entre sí. Además, tienen baja densidad de población.
En el sur, los nobles terratenientes llegaron a poseer grandes latifundios y una gran desigualdad de su riqueza con la de los campesinos, cada vez más pobres. Éstos poseían solo un 30% de las tierras mientras que en el norte el 80% de las tierras pertenecían a los trabajadores.
Esa fue la maldición de la Reconquista. En el sur, con gran desigualdad en la tenencia de tierras, los campesinos trabajaban para el señor y tenían altas tasas de analfabetismo. Además, al ser pobres, los campesinos no podían pagar la educación de sus hijos. Eso, además de los pocos asentamientos que había en el sur, dificultó el desplazamiento a los escasos y distantes centros educativos.
En el sur, los terratenientes torpedearon cualquier iniciativa pública de educación, como existía en el norte. La finalidad era la de tener controlados a sus trabajadores y evitar tener que pagar impuestos para financiar la construcción de escuelas.
La llegada de la Revolución Industrial agudizó la diferencia. El analfabetismo de la gente del sur y la falta de espíritu emprendedor entre su población hizo que se siguieran dedicando a la agricultura, dando la espalda a la industria y la innovación.
En el norte, la industria permitía progresar a los campesinos con formación y espíritu emprendedor y convertirlos en clase media.
Los campesinos del norte abrazaron el capitalismo convirtiendo sus ahorros, fruto de del sacrificio del consumo para invertirlo en capital y emprender un negocio.
El tejido social existente en el norte aceleró la comercialización de los productos que fabricaban los emprendedores y fomentó la expansión de una red ferroviaria que facilitó la venta y distribución de los productos a otras localidades. En el sur, vender era más difícil porque sus clientes estaban desperdigados en los pocos asentamientos que había.
Y así hasta hoy.
La enseñanza de este rápido paseo por la Historia de España permite extraer varias conclusiones:
Primero, las élites son perjudiciales para el desarrollo de una sociedad. Solo piensan en su riqueza y en mantener pobre a sus súbditos. Quieren tener controlada al resto de la población con bajos niveles educativos y nulo espíritu emprendedor. No vaya a ser que algún trabajador se fuera del rebaño y montara el suyo propio, poniendo en peligro el statu quo del pastor.
Segundo, la educación es básica para no ser pobre. Si encima se tiene educación financiera, se puede llegar a ser rico.
Tercero, solo se pueden hacer rico los que emprenden un negocio, lo cual no quiere decir que todos los que lo hacen lleguen a conseguirlo. El fracaso tiene que ser una oportunidad de aprendizaje para volver a intentarlo. Quien no emprenda nunca, no será rico, salvo que herede. Basta ver el origen de la fortuna de los integrantes de la lista Forbes.
Cuarto, el capitalismo, junto a la libertad de empresa, es el sistema económico que permite eso. Cualquier otro sistema económico que dependa de una reducida élite genera pobreza para la mayoría e inmensa riqueza para unos pocos.
Quinto, la familia y una red social de calidad son vitales para progresar. No haga la guerra por su cuenta. Rodéese de personas que le aporten para conseguir su objetivo. La familia hará las funciones de red por si fracasa en su empresa. Si eso ocurriera, levante cabeza y siga avanzando. El fracaso es una fuente inmensa de conocimiento. La segunda vez tendrá más posibilidades de alcanzar el éxito que la primera vez, aunque menos que la tercera. Pero no deje de intentarlo. Emprenda. Por lo menos genere un ingreso pasivo una vez en la vida. Este consejo es mi regalo de Reyes.
… molto buono…
Una carta genial, enhorabuena