En el encaje de bolillos que supone la política local en Menorca, el gobierno del Partido Popular, con Adolfo Vilafranca al frente, debe dar pasos adelante con el apoyo de quien le permita ir haciendo camino. Podría ser con la consellera Maite de Medrano, que mantiene su propuesta de acabar con todo aquello que pueda estar impregnado de políticas de izquierda y que no desea recibir de herencia del anterior gobierno.
En su momento cuestionó los fondos destinados a la inmigración, así como al fomento del catalán, a todo lo que sea derechos para lo que denominó ideología de género, a lo que se destina a la ayuda en cooperación internacional, a la Agenda 2030 y sus cacareados objetivos.
El Foro de entidades del tercer sector ya se ha pronunciado ante lo que es un recorte del soporte institucional que se ha estimado que podría ser de aproximadamente un 60%. Tras este ejemplo se espera que otros muchos vengan a definir su propia cuota de recortes.
Si el cambio político decide girar hacia otro sentido y caen los apoyos a aquellas políticas que seguían el dictado de Europa en cuanto a Objetivos de desarrollo sostenible, falta conocer hacia dónde se pondrán los esfuerzos económicos y de soporte.
La Agenda 2030, adoptada por todos los Estados miembros de las Naciones Unidas en 2015, es un compromiso global para abordar los desafíos más apremiantes que enfrenta nuestro mundo. Con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), esta ambiciosa hoja de ruta tiene como objetivo lograr un futuro más sostenible e inclusivo para todos. Menorca, con su compromiso palpable con la sostenibilidad y el medio ambiente, ha asumido este llamado a la acción con determinación.
En el origen de esta iniciativa internacional, los líderes mundiales adoptaron formalmente esta agenda ambiciosa, reconociendo la necesidad urgente de abordar cuestiones cruciales como la pobreza, el hambre, la salud, la educación, la igualdad de género, el agua limpia, el saneamiento y la paz.
La Agenda 2030 se fundamenta en la premisa de que ninguna nación ni individuo debe quedarse atrás. Su enfoque integral abarca aspectos económicos, sociales y medioambientales, reconociendo la interconexión de estos elementos en la creación de un mundo sostenible y equitativo.
Para Menorca, la Agenda 2030 actúa como una guía estratégica que enmarca sus objetivos y aspiraciones. Los 17 ODS abordan cuestiones locales e internacionales, proporcionando una estructura para la toma de decisiones y la implementación de políticas a nivel local.
La isla ha adoptado específicamente objetivos relacionados con la acción climática, la vida submarina, la producción y consumo sostenibles, la educación de calidad y el turismo responsable. Estos objetivos reflejan la preocupación de Menorca por equilibrar el desarrollo económico con la preservación de su rica biodiversidad y patrimonio cultural.
Hasta el momento, el Consell Insular de Menorca ha liderado iniciativas para integrar los ODS en la planificación estratégica y el desarrollo local. La creación de la Oficina de Desarrollo Sostenible evidencia el compromiso de la isla en coordinar esfuerzos para alcanzar los objetivos.
El Ayuntamiento de Maó, Ciutadella y otros municipios también han alineado sus políticas y proyectos con los principios de la Agenda 2030. Desde la promoción de energías renovables hasta la gestión sostenible del agua y la promoción de la movilidad sostenible, las administraciones locales estaban adoptando hasta la fecha medidas concretas para contribuir a un futuro más sostenible.
La Agenda 2030 no es solo responsabilidad de las administraciones; involucrar a la sociedad civil es fundamental. En Menorca, organizaciones no gubernamentales, empresas locales y ciudadanos han respondido con iniciativas de sensibilización, programas educativos y proyectos comunitarios reflejan un compromiso colectivo para lograr los ODS.
Menorca, con su belleza natural y compromiso con la preservación ambiental, se ha convertido en un ejemplo de cómo las comunidades pueden liderar la transformación hacia un mundo más sostenible y justo.
Más allá de la Agenda 2030, el Ministerio puso en marcha la Agenda Urbana. ¿Está también sujeta a cambios a partir de las nuevas políticas locales? La Agenda Urbana Española es una estrategia a largo plazo destinada a orientar el desarrollo urbano sostenible en España. Está alineada con los principios de la Nueva Agenda Urbana de las Naciones Unidas y busca abordar desafíos urbanos como la movilidad, la vivienda, la sostenibilidad ambiental, la cohesión social y el desarrollo económico. En algunos municipios de la isla ya se había realizado hasta la fecha una planificación en función a sus criterios, como en el caso de Sant Lluís.
El objetivo principal es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, promoviendo ciudades más sostenibles, inclusivas y resilientes. La implementación de la Agenda Urbana involucra la colaboración entre diferentes niveles de gobierno, la sociedad civil, el sector privado y otras partes interesadas. Si quien toma las riendas de estos temas en el relevo aquí en Menorca no cree en estos parámetros, ¿hacia dónde se van a dirigir las políticas y las inversiones estatales que las sustentan?