Hace tiempo que les digo que los medios de comunicación están controlados por cuatro familias con vínculos en otros sectores y los emplean en beneficio propio como canal propagandístico. Vamos, que no siempre cuentan lo que pasa en realidad o lo cuentan como les interesa.
Por eso pasan de puntillas al abordar las manifestaciones de ganaderos y agricultores en Europa de estas últimas semanas o el exceso de muertes súbitas en personas en edad adulta desde la pandemia a esta parte.
Hoy voy a hablarles de un tema que, a pesar de su importancia, tampoco verán en televisión. El lunes día 5 de febrero empieza el juicio para determinar si Craig Wright (lo conocerán si me leen porque dese 2018 hablo periódicamente de él) es el inventor de Bitcoin.
Este juicio va de eso. De un lado, como demandante, se encuentra una pléyade de empresas poderosas y de otro una sola persona, Craig Wright, científico australiano que defiende ser el creador de Bitcoin. Goliat contra David.
El demandante quiere quitar la propiedad intelectual sobre Bitcoin y sus patentes al demandado que ha sido reconocido merecedor de ellas así como de la propiedad intelectual sobre Bitcoin y sobre el documento técnico que lo define.
Considero muy relevante el juicio por varios motivos.
En primer lugar, porque de salir victorioso el científico australiano, se habrá desvelado uno de los secretos mejor guardados de la historia moderna. Incluso fue propugnado como premio Nobel de Economía aunque fue retirada la propuesta por no conocer su identidad.
En segundo lugar, porque se conocerá la identidad de quien puede ser la persona más rica del mundo, no solo por el valor de sus patentes, sino también por el valor de los bitcoins minados en los orígenes.
En tercer lugar, es importante el resultado del juicio porque puede ser el acelerador para el nuevo paradigma tecnológico de Internet. Es decir, supondría el fin del modelo de la Web 2.0 en el que todos cedemos nuestra información a cambio de acceso gratis a la mayoría de aplicaciones (si algo es gratis, nosotros pasamos a ser el producto), para dar paso a la Web 3.0 en el que cada uno poseeremos nuestra información. En el nuevo paradigma, realizaremos micropagos por cada transacción (céntimos de dólar o euro) y todo correrá sobre la blockchain, sin posibilidad de fraude y con plena trazabilidad y transparencia.
La mayoría de las patentes que permiten operar bajo el paradigma de la Web 3.0 las tiene nChain, empresa propietaria de la propiedad intelectual de Craig Wright, en la que éste ha sido Jefe Científico hasta que hace unos meses se retiró para preparar este juicio.
Es fácil imaginar que a los Facebook, Instagram, Whatsapp, y otras Big Tech no les haría gracia perder su modelo de negocio. El científico australiano puede dar con el traste con su negocio y cargarse su gallina de los huevos de oro si gana el juicio.
En cuarto lugar, este juicio es importante si usted tiene alguna inversión en criptomonedas porque el vuelco que se daría al mundo cripto sería de órdago. Imagínense que ganara el científico australiano el juicio. Él defiende una moneda que no es BTC, esa que casi todo el mundo conoce como bitcoin (las televisiones así se lo constatan) pero yo les digo que no lo es. Él defiende la moneda digital que es fiel a lo que Satoshi Nakamoto, inventor de Bitcoin, definió en octubre de 2009. Se la conoce como BSV (Bitcoin Satoshi Vision) y está prohibida por la mayoría de las casas de cambio. La cotización de BTC y BSV podrían sufrir significativas variaciones. Si pierde el juicio, solo la última sufriría.
Craig Wright está solo ante un gigante pero no hay que subestimar al susodicho. Bueno no, tiene el soporte de Calvin Ayre, un multimillonario, propietario de la mayoría de nChain.
Craig Wright es un gran estratega y domina el juego del ajedrez. Como gran jugador de este noble deporte (sí, desde el año 2000 se considera deporte) juega con muchos movimientos de antelación y no da puntada sin hilo. Hace un tiempo anunció que iba a hacer un Royal Fork (hice un artículo sobre ello), un movimiento en el que el oponente tendría que perder la Reina si quiere salvar al Rey, con un coste elevadísimo para su contrincante. Veremos si estamos ahora ante esa situación.
El científico ha hecho una propuesta a su oponente en los términos que éste ha planteado el juicio: una propuesta que serviría para facilitar la innovación y evitar el juicio. Dicha propuesta pasa por reconocer que BSV es el auténtico bitcoin y, de manera indirecta, que él fue su inventor. A cambio les ofrece licencia gratuita para siempre para que BTC (el que las televisiones y youtubers le dicen que es bitcoin y hoy cotiza a 40 mil dólares) pueda seguir empleando su base de datos (iniciada con el bloque Génesis o primer bloque de la cadena) de la cuál se apropió sin permiso.
La propuesta ha sido declinada por la alianza de empresas de Silicon Valley que representa COPA. Eso ha hecho que Meta (Facebook) se haya bajado del barco y abandone COPA, debilitando su estructura. Goliat ya no es tan grande como era con Meta.
Hasta el día de hoy, Craig Wright ha aportado muchas pruebas para demostrar que él inventó Bitcoin. COPA dice que todas son falsas y afirma que Craig Wright es un impostor.
Mientras tanto, alguien ha transferido al bloque Génesis (primer bloque de la cadena de Bitcoin), al cual solo su creador tiene acceso, una cantidad de “bitcoins” (BTC) equivalente en dólares a la cantidad a pagar si Craig pierde el caso. Estamos hablando de 1,1 millones de dólares y, recordemos, nadie más que Satoshi puede hacer uso de ellos. Si no las ha enviado él o alguien cercano a él que espera recuperarlos, se habrán perdido para siempre.
Podría darse la paradoja de que Craig Wright pierde el juicio y él es Satoshi, tuviera que pagar con ese dinero al que solo él tiene acceso, tirando por tierra lo que acaba de dictaminar un juez.
No me digan que no hay ingredientes para seguir el transcurso de este litigio con sumo interés.
Aunque no se lo digan en televisión, aquí hay mucho en juego. Tomen asiento porque el juicio empieza el lunes que viene.
Si David gana a Goliat puede darse una catarsis en el mercado cripto y en la evolución de Internet y la manera en la que la tecnología afecta a nuestras vidas. En ese caso, como indica el whitepaper de Bitcoin, todo se sustentará sobre un sistema honesto y dentro de la legalidad.
El resultado no está claro. Ni siquiera por parte de los más conocedores de la vida y obra de Craig Wright. Mi amigo Ramón Quesada es un apasionado del tema y conoce su vida como nadie. También alberga dudas sobre el desenlace del juicio. COPA es un adversario muy potente y Craig tiene una personalidad peculiar, marcada por su Asperger y su bajo nivel de socialización. Como tal, solo entiende la literalidad de las preguntas y éstas pueden ser malintencionadas y sus respuestas malinterpretadas.
Las espadas están en lo alto y hay mucho en juego. Tanto que nos afectará a todos. Si gana COPA habrán ganado las Big Tech actuales y seguiremos con el mismo modelo de Internet del gratis total durante mucho tiempo. Además, habrá que preguntarse para qué sirven las patentes como protección de la propiedad intelectual de su inventor.
Para mí Craig es Satoshi porque he recopilado un montón de evidencias y por sentido común. Nadie defiende su creación como Craig defiende Bitcoin. Si no fuera Satoshi, Craig Wright ya estaría en prisión por perjurio porque lo ha proclamado de manera reiterada en sede judicial. Él y todos aquellos que afirman que Craig es Satoshi tras haber sido testigos de pruebas irrefutables.
Hasta el todopoderoso Blackrock ha reconocido que su inversión en Bitcoin a través de su ETF (fondo de inversión cotizado) dependerá del resultado de este juicio y ha citado la amenaza que supone una victoria de Craig Wright.
Creo que COPA sabe que Craig es Satoshi y va a querer desacreditarle de alguna manera indirecta. Posiblemente haciendo dudar al juez basándose en que es un mentiroso. Si no pensara que Craig es Satoshi hubiera seguido empleando sus patentes esperando a que Craig les demandara. Pero no, ellos han iniciado la acción judicial y han rechazado un acuerdo beneficioso en pro de un avance tecnológico que beneficie a la humanidad. Su objetivo no es liberar las patentes para que todo el mundo se beneficie sino destruir la idea de que Craig es Satoshi. Puede que Craig haya mentido alguna vez pero eso no es incompatible con ser el inventor de Bitcoin. Ellos pretenden que el juez dude de todo cuanto afirme Craig Wright pero este juez es además de jurista, tecnólogo. Fue ingeniero antes que juez. Sabe de tecnología y entenderá las profundas implicaciones que este caso conlleva.
En mi opinión, David vencerá a Goliat. Si fallara en el primer tiro de honda gozaría de una segunda oportunidad. Si no, habría que buscar la respuesta en el Génesis pero al final la luz prevalecerá sobre las tinieblas.
