Desde ayer, sábado 10 de febrero, el dique de Son Blanc permanece cerrado al tráfico portuario debido al mal estado del mar por el fuerte viento, de hasta 60 km/h, que azota la isla este domingo.
El buque de Baleària, naviera que no ha cancelado sus trayectos, se ha visto obligado a desviar su ruta habitual y dirigirse al puerto de Maó.
La alerta amarilla que se mantendrá hasta las 19 horas, recoge ya olas de más de cinco metros de altura pero la previsión es que el viento amaine esta tarde.