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Bajan un 4% las aves acuáticas que pasan el invierno en Menorca

El descenso alcanza el 22% en Mallorca y el 13% en Formentera

Albufera des Grau.
Albufera des Grau.
Es una de las zonas de Menorca que más avifauna ha perdido en los últimos años. (Foto: T.M.)

Palma (EFE).- El censo de aves acuáticas y limícolas que pasan el invierno en las Islas Baleares ha dado una cifra de 21.419 aves de 64 especies acuáticas distintas, que supone un notable descenso respecto a la media de los 10 últimos años, de un 22 % en Mallorca y un 13 % en Formentera.

En Menorca ha aumentado mucho el número después de dos años de fuertes bajadas, pero aun así la caída respecto a la media de los últimos 10 años ha sido del 4 %, ha detallado el Grupo Ornitológico Balear GOB en un comunicado, sobre este censo que se enmarca dentro del “International Waterbird Census”. coordinado por Wetlands International.

En Eivissa ha habido una ligera subida del 5 %.

En el caso de Menorca destaca la pérdida de avifauna en s’Albufera des Grau en donde apenas llega un 10% de los pájaros que había en sumejor momento. Desde el GOB se incide en que puede haber dos causas. La primera es el cambio climático. La segunda es un incremento de la salinización  de este humedal. Este hecho lo relacionan con la apertura de numerosos pozos  de agua en los años 80 y de extensos regadíos en la zona que han restado agua dulce. El proceso de salinización ha eliminado una serie de biodiversidad de la que se alimentaban estas aves  que ya no regresan.

De las aves que están pasando el invierno en los humedales de Baleares, según el censo realizado este enero, las especies de anátidas han sido las que han sufrido un mayor descenso respecto a la media de los últimos 10 años.

En Mallorca ha rondado el 20 % de bajada en el caso del porrón europeo o porrón común (Aythya ferina), del 25 % en la cuchara común o pato cuchareta (Spatula clypeata) y la cerceta común (Anas crecca), del 30 % en ‘collverds’ o ánade real (Anas platyrhynchos) y hasta del 75 % en porrón moñudo (Aythya fuligula).

También las fochas (Fulica atra), grandes bioindicadores de la calidad del agua dulce, siguen en descensos en su número y se observa una caída de población del 20 % respecto a la media de los últimos 10 años.

El censo se hace sobre anátidas, garzas y limícolas, así como otras especies que viven en las zonas húmedas, como ‘soterins’, algunas rapaces y algunas especies de gaviotas.

Por islas, en Mallorca se han visitado 40 zonas, 19 en Menorca y 15 en las Pitiusas.

La zona con mayor número de ejemplares ha sido el Parque Natural de s’Albufera de Mallorca, con 7.368 ejemplares y 54 especies, que representan más del 80 % de las especies vistas en el conjunto de Baleares.

En Mallorca, destacan también la Reserva Natural de s’Albufereta con 1.397 ejemplares y el Parque Natural de Es Trenc-Salobrar de Campos con 1.198 ejemplares.

En Menorca ha sido especialmente importante el Parque Natural de s’Albufera de Es Grau, con 2.626 aves censadas y en las Pitiusas las Salinas de Es Codolar d’Eivissa, con 948 ejemplares y el Estany Pudent de Formentera con 335 aves.

Las especies con mayor número de ejemplares censados han sido los los ánades reales o ‘collverd’ (Anas platyrhynchos), las fochas (Fulica atra), las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), los cuchara común (Spatula clypeata) y la cerceta común (Anas crecca).

Es interesante el aumento de una especie habitualmente escasa como es la garceta grande o garza blanca (Ardea alba), con hasta 65 ejemplares y un limícola cada vez más habitual como es el vuelvepiedras común (Arenaria interpres) de los que se han contado 77.

Los recuentos se han podido realizar gracias a la participación de 160 voluntarios en el conjunto de las Islas, con la coordinación del GOB en Mallorca, la SOM en Menorca y el GEN-GOB en las Pitiusas. También ha participado personal de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural y ha contado con el apoyo de la Agencia de Reserva de Biosfera en Menorca.

Este censo se viene realizando en muchos países del mundo desde hace 50 años. Estas series prolongadas en el tiempo permiten saber cuál es la evolución de la avifauna en los humedales y por tanto en qué estado de conservación se encuentran estas zonas naturales en Baleares.


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