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El secreto de la pared seca de Menorca

Cada vez hay más 'enderrossalls' o paredes que ceden al paso de raíces o al peso de los siglos, aunque no son muchos los que saben cómo devolverles su imponente presencia

No se ha movido en varios siglos
No se ha movido en varios siglos
Foto: Pixabay

En Menorca, las antiguas técnicas de construcción siguen dejando una huella duradera en el paisaje. Son uno de sus elementos más tradicionales del paisaje. Con más de 11.000 kilómetros de paredes secas, este método ancestral de edificación ha resistido la prueba del tiempo, caracterizándose por su sencillez y resistencia sin el uso de cemento o argamasa. Incluso forma parte del concepto que defendió en su día la candidatura de Menorca Talaiòtica a Patrimonio Mundial y que así se recoge en el título conseguido.

Las paredes secas se erigen como testimonio de la destreza de los picapedreros menorquines, quienes han perfeccionado esta técnica a lo largo de los siglos. La principal peculiaridad radica en la ausencia de cualquier material de unión; en su lugar, las piedras son meticulosamente seleccionadas y ensambladas para lograr firmeza y durabilidad. Si una piedra hay que hacerla encajar, se le da la forma precisa para que cumpla su función.
Se eligen piedras grandes y planas como base, proporcionando estabilidad a la estructura.
Las piedras más pequeñas se disponen con habilidad sobre la base, encajándolas con precisión para ir subiendo el nivel de altura gradualmente.
Ambos lados de la pared presentan una leve inclinación hacia el interior. Este diseño facilita el encaje de piedras más pequeñas, rellenando el corazón del muro, y contribuyendo a la estabilidad general de la construcción.
La disposición estratégica de las piedras, combinada con la inclinación interna, permite que el propio peso y forma de la pared generen una fuerza hacia dentro, fortaleciendo la estructura.

Aunque estas paredes han resistido el paso de los siglos, la interacción con la naturaleza presenta desafíos. Las raíces de árboles y arbustos pueden, con el tiempo, afectar el equilibrio, llevando a la caída de secciones de la pared. Para contrarrestar este efecto, es esencial la realización de reparaciones periódicas.

Aprender el arte de construir y mantener paredes secas no solo honra la tradición, sino que contribuye a la conservación de la rica historia arquitectónica de la isla aunque no es un oficio que esté muy extendido.


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