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Los retos de futuro de la Reserva de la biosfera de Menorca y el agua

Agnés Canals, presidenta del Comité Científico de las Jornadas de los 30 años de Reserva apunta qué nos enseñan las conclusiones

Una cala Reserva de la biosfera menorquina
Una cala Reserva de la biosfera menorquina
Foto: Pixabay

Han pasado tres décadas y Menorca ha desarrollado un camino siendo Reserva de Biosfera donde han destacado aspectos positivos y negativos. Por un lado, la isla ha marcado un camino destacable en cuanto a la protección del territorio.

También destaca en positivo la calidad de los ecosistemas naturales. Por el lado contrario, hay un largo camino a recorrer en cuanto a la gestión de los recursos hídricos. Algo que aprieta en el calendario por un entorno de calentamiento global y aumento del número de visitantes. Cantidad, calidad y mejoras en la gestión son temas en los que Canals dijo que “tenemos que ponerlos las pilas”.

Tampoco ayuda la pérdida de diversificación económica que hace a la isla más sensible a crisis de las que resulta más difícil y lento salir. Otro de los pilares que forman las prioridades a atender en la Reserva de la biosfera a partir de ahora pasa por mejorar los sostenibilidad energética y, en este sentido, tiene especial importancia redefinir la movilidad para que sea más sostenible.

Canals ha destacado que una Reserva de la Biosfera implica muchos ámbitos. No solo lo natural, si no también quien habita ese espacio y, refiriéndose a las personas, destacó que hay que atender aspectos que preocupan como la salud mental de los jóvenes, el acceso a la vivienda y otros temas sociales.

Entre las conclusiones de ediciones anteriores a estas jornadas vemos muchos puntos en común a la presente edición. Por ejemplo, en el de los 20 años se plantearon estas conclusiones:

Aunque persiste el interés en la coexistencia de conservación y desarrollo sostenible, se señala la falta de acciones efectivas por parte de la sociedad, administraciones y sector empresarial.

En el ámbito ambiental, la dependencia casi total de Menorca de la energía fósil contrasta con la baja contribución de energías renovables, generando emisiones de gases de efecto invernadero no solidarias con los compromisos internacionales. Se propone una transición hacia la autosuficiencia energética basada en fuentes renovables, destacando el potencial del termosolar, la biomasa, y la generación fotovoltaica y eólica.

La gestión del agua se critica por no seguir criterios de conservación, con pérdidas durante sequías no recuperadas en épocas de pluviosidad. Se sugiere la creación de un consorcio insular de agua. Aunque los residuos han mejorado, se insta a aumentar la recogida selectiva y el reciclaje.

Las urbanizaciones litorales y el crecimiento poblacional generan presiones sobre recursos. Se propone una iniciativa para promover la sostenibilidad en núcleos turísticos. La falta de desarrollo del transporte colectivo y la dependencia del vehículo privado se abordan, proponiendo la implementación del vehículo eléctrico.

En la producción alimentaria, la dependencia externa y la negativa relación energía invertida y obtenida son señaladas. Se aboga por una estrategia de soberanía alimentaria basada en diversidad, calidad y proximidad de alimentos. En conclusión, se destaca la necesidad de un cambio de dirección hacia la sostenibilidad para evitar la pérdida de credibilidad y el posible fracaso de la Reserva de la Biosfera de Menorca.

En el bloque ambiental, se destaca la dependencia casi total de Menorca de energía fósil, con mínima contribución de renovables, generando emisiones desalineadas con compromisos internacionales. Se propone una transición hacia la autosuficiencia energética basada en renovables, no solo como compromiso global, sino como atractivo turístico y motor de inversiones.

La gestión del agua y residuos se considera deficiente, urgente la creación de un consorcio insular del agua. A pesar de avances en la gestión de residuos, se sugiere mejorar la recogida selectiva y el reciclaje.

En cuanto a territorio y paisaje, se destaca un incremento del 41% en la superficie artificializada desde 1990, sin cambios significativos por el Plan Territorial Insular. Se aboga por una gestión activa de espacios naturales protegidos, una integración adecuada de obras públicas en el paisaje y un control en la proliferación de edificaciones dispersas en suelo rústico.

Se enfatiza la importancia de la conservación de las playas, especialmente las naturales, y se aboga por la contención de la degradación del Camí de Cavalls. Se señala el aumento de la “presión humana difusa” como amenaza para la biodiversidad, y se destaca la proliferación de núcleos rurales dispersos, con la necesidad de control mediante el Consorcio Insular de Disciplina Urbanística en Suelo Rústico. En resumen, se subraya la necesidad de acciones concretas para redirigir Menorca hacia un modelo sostenible y preservar la Reserva de Biosfera.


Comment

  1. 30 años después hemos hecho poco o nada
    En materia de agua llegamos muy tarde y a día de hoy no somos conscientes del valor del preciado liquido.
    Energías renovables podríamos ser un ejemplo en europa pero estamos en la cola primero por no ponernos de acuerdo y cada cuatro años cambiamos las reglas del juego por decisiones de colores politicos y segundo las administraciones en vez de ayudar van a entorpecer cualquier proyecto con ganas de mejorar la grave situación que tenemos actualmente.
    Depuración de aguas hacemos depuradoras y no somos capaces de ponerlas en marcha y cuando decidimos de utilizarlas seguramente no funcionarán serán obsoletas tipo depuradora de binidali casi 20 años después !!!!!
    El tema cansa pero seguimos sin hacer casi nada.
    El tiempo dirá !!!!!

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