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Menorca tendrá una primavera cálida tras un invierno excepcionalmente caluroso y seco

La AEMET predice temperaturas por encima de lo normal pero precipitaciones habituales para la estación primaveral

Menorca se prepara para una primavera cálida y normal en precipitaciones tras un invierno récord en temperaturas.
Menorca se prepara para una primavera cálida y normal en precipitaciones tras un invierno récord en temperaturas.

La primavera, que dará inicio el próximo miércoles 20 de marzo a las 04:06 horas, promete temperaturas superiores a las acostumbradas en Menorca, extendiéndose hasta el jueves 20 de junio. Este período, que durará un total de 92 días, 17 horas y 55 minutos, estará caracterizado por un clima templado, con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) anticipando una media trimestral de abril a junio por encima de los 18ºC, valor considerado normal para estas fechas.

La AEMET también prevé que las precipitaciones se mantendrán en el promedio, con modelos numéricos sugiriendo cantidades ligeramente superiores a los 80 l/m2 habituales. La estación servirá de transición hacia el verano, comenzando con un tiempo inestable, incluyendo la posibilidad de chubascos intensos, granizo, y tormentas, para luego dar paso a un clima con características más estivales conforme avance la temporada.

Un Invierno con temperaturas récord y menos precipitaciones

El invierno pasado en Menorca se caracterizó por registrar temperaturas significativamente más altas de lo habitual, junto a una disminución notable en las precipitaciones, conformando una estación atípica según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). La temperatura media durante este periodo alcanzó los 12,6ºC, superando en 1,3ºC los valores normales, evidenciando un invierno excepcionalmente cálido en la isla.

Febrero se posicionó como el mes más cálido, con una temperatura media de 12,5ºC y una anomalía de 1,7ºC respecto a lo esperado. Por contraparte, diciembre, aunque también presentó temperaturas por encima de la media, fue el mes menos cálido con una temperatura media de 13,2ºC y una anomalía de 1ºC. Este patrón de calidez se vio reflejado en varios récords; el día 25 de enero, La Mola registró una temperatura máxima de 22,7ºC, el valor más alto en 36 años de registros. De igual manera, Ciutadella experimentó una temperatura mínima récord de 15,2ºC el 18 de enero, destacando esta estación con datos desde 2004. La mínima más baja del invierno se observó en Cala Galdana, con apenas 0,9ºC el 8 de enero, subrayando la ausencia de fríos intensos durante la estación.

En cuanto a las precipitaciones, el invierno se catalogó como ligeramente seco, con una recogida total de 125 l/m2, lo que representa una anomalía del -17% respecto a lo normal (151 l/m2). Diciembre fue el mes que menos contribuyó a esta media, con apenas 23 l/m2 de lluvia, seguido de un febrero también seco. No obstante, enero mostró una faceta diferente, siendo el mes más húmedo gracias a las precipitaciones que alcanzaron los 68 l/m2, superando las expectativas en un 34%.

A lo largo del invierno, no se presentaron olas de frío significativas ni se reportó la caída de nieve, un fenómeno poco frecuente pero esperado al menos una vez cada temporada en la isla. El viento se mantuvo dentro de lo esperado, con 27 días de viento fuerte registrados en el aeropuerto, y las olas más altas se observaron a finales de febrero, alcanzando los 6 metros de altura significativa en la boya de Maó.


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