Tenemos demasiados factores esperando que el sistema democrático y laico quiebre, como para dejar que exista un conflicto más.
La legislatura es irrespirable. Muchos ciudadanos nos hemos visto metidos en un enfrentamiento político para el que no votamos. No se las repercusiones que va a tener en la sociedad a corto y a medio. Por lo pronto ya se ha producido una manifestación en Bilbao de Bildu recordando que esta legislatura es la legislatura del camino hacia Euskal Herria. Esta manifestación es normal. Dejemos claro que ni el nacionalismo vasco ni el nacionalismo catalán están engañando a nadie. Es relajante porque no hay sorpresas. Lo demás es política a gestionar.
Yo también se dónde estoy y lo que quiero es precisamente lo contrario de ellos.De forma que tenemos que reaccionar con política a su política. Pero no la que estamos haciendo ,sino otra. Mi actuación política de tener responsabilidades, que no tengo, seria aquella que va en contra de la ruptura de la sociedad en la que me he criado y que me gusta y la de mi familia. Yo soy de todos los sitios que integran mi cultura y esta cultura se llama España. La del nacionalismo seria lo contrario a la mía. Me veo reducido a “vosotros los Españoles” como un ente negativo, y global indiferenciado.
Nadie puede llamarse a engaño ni tampoco manejar el género literario de la novela picaresca al redactar documentos. Intuyo que hay quien piensa que sí y que esto de la amnistía y los pactos acabara definitivamente con Puigdemont y el nacionalismo catalán. Ahora nos vienen datos estadísticos que avalan que esto ha sido una genialidad, yo no lo creo pero si fuera así estaríamos en el género de la picaresca. El fin no justifica los medios.
Desgraciadamente en mi opinión, vivimos un momento semejante pero involucionado al momento inmediatamente posterior al fallecimiento de Franco, cuando la extrema derecha, “El Búnker”, estaba activa. Pero con una diferencia fundamental. La dinámica del cambio entonces era a mejor. Hay otro factor social coincidente, aunque en diferente sentido, la impresión de traición con un componente emocional que conduce a la acción y a la reacción. Si a esto le unimos una situación económica dura que cada vez llega a capas más amplias de la clase media, una presión fiscal que hace que los profesionales los autónomos, las empresas familiares y las pequeñas empresas se asfixien, un empeoramiento en servicios básicos como son la Justicia y la sanidad, y una gran subida de precios en aspectos alimenticios de la vida, estamos ante una situación de convivencia peligrosa ahora mismo. O la paramos o se nos va para adelante. Se está juntando demasiado descontento sobre demasiadas cosas en la coordenada espacio-tiempo y esto genera la búsqueda de escapes para la tensión. El fin no justifica los medios.
En nuestra historia colectiva, el escalón siguiente en la recesión política seria la equivalente al año 1.931-1936 y el siguiente seria hacia la situación de 1.936-1939. Estamos en Europa se dirá, y eso no ocurrirá , pero ahí al lado Yugoslavia y Ucrania; y tengámoslo claro, la Unión Europea es algo que está muy lejos.
Las cosas “no pasan” pero “pueden pasar”, no se pensaba que “podían pasar” y sin embargo “pasaron”. Algo tenemos que hacer para que “no pasen”. Lo primero es analizar una situación concreta, desde la lealtad al pensamiento ideológico y político propio de cada uno y al electorado. Lo segundo intentar que no ocurra lo que se advierte, y poner medios para ello, medios políticos sensatos , serenos y pacíficos, buscar la distensión en lugar de la tensión. La distensión la deben mantener necesariamente tanto el PSOE como el PP y ambos deben hacer un esfuerzo y escenificar un vermut en la plaza mayor de Madrid .Como esto no será posible, en vez de salir a tomar un aperitivo que salgan entonces del insulto y de las calles, de los discursos de la tensión reciproca y de los destructores políticos.
No me importa de quien sea la culpa, aquí no juzgo. La discrepancia no puede ser “ad ominen”, no puedo ser personal ,porque lleva al insulto y a la crispación reciproca y de la calle. La dirección del partido socialista ha adoptado unas decisiones que no comparto, y está enfocando la situación con argumentos que tampoco comparto, pero ante la estrategia de la tensión que se está produciendo desde la derecha, que no desde el PSOE, debemos recordar que es legítima su posición política. Por ello la obligación democrática es pedir y hacer que cesen inmediatamente los ataques a personas y sedes por cuestiones de opinión.
El Sr Feijoo debería decidir mejor lo que dice, a él le toca hablar en el parlamento no estamos para mítines ahora, ni manifestaciones en Cibeles, pero su liderazgo dentro del PP creo que debe terminar, la derecha necesita otro/a lider.
Vox ha dejado el camino parlamentario para echarse a la calle como en su momento hicieron los falangistas, o los Guerrilleros de Cristo Rey o Fuerza Nueva.
El PP, no es suficiente condenar. El PSOE no es suficiente mantener la calma, debería suavizar al máximo que pueda este pacto con la extrema izquierda, hacia un perfil de gobierno conciliador. Si alguien piensa que el PSOE se va a dejar amedrentar por ataques a personas y sedes, olvida los asesinados por ETA y los cócteles molotov de las casas del pueblo, por ejemplo la de Getxo.
Me gustaría que no se respondiese con argumentos débiles como el de que el PP no acepta el resultado de las elecciones.
Incluso estamos entrando en la recuperación de la palabra “golpista” o en la de “golpe de estado”. Hay que parar esto.
Toda esta dinámica a quien favorece es al nacionalismo trasversal que ve como los partidos no nacionalistas se debilitan y la sociedad española se cuartea, y esto obviamente no es una política adecuada frente a su política. La frustración social por la forma en que se ha producido la investidura es muy grande, y el PP debería dar la consigna a sus militantes, y a las organizaciones civiles que están detrás de las movilizaciones en las que puedan tener influencia, para que se retiren de esto ya y dejar solo a VOX.
Afortunadamente Santiago Abascal está acabando con el partido, y la vía política. Será para bien en el sentido de que generará la salida a la luz del Búnker militar que se está construyendo por ahí.
El fin no justifica los medios, y la tensión política en general y contra el PSOE en particular no es un medio licito para nada.