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“Pasqua”

Un artículo de Victoria Florit

Imagen de una procesión en Maó.
Imagen de una procesión en Maó.

Según el diccionario de la RAE, la resurrección alude a “la vuelta a la vida de un ser muerto”. Si bien es un tema debatido en religiones y culturas anteriores en el tiempo al cristianismo, lo más cierto es que solo a partir de la resurrección de Jesucristo es cuándo se plantea, con profundidad científica,  cultural y teológica, la veracidad, certeza o credulidad sobre lo que es la piedra angular de la fe de centenares de millones de creyentes en todo el Mundo.

Desde el punto de vista racional y de la ciencia, no hay ningún dato objetivo que acredite la certeza de que, una vez producido la muerte, una persona pueda resucitar de entre los muertos. De hecho, la resurrección de Cristo se basa, exclusivamente, en un testimonio de fe, basado en el hecho de una tumba vacía en un sepulcro de hace más de dos mil años. Recientemente, se han encontrado restos arqueológicos que más bien intentan probar lo contrario, es decir, que Jesús no fue más que un hombre, excepcional por supuesto, pero alguien mortal que murió en dramáticas circunstancias y que, como cualquier ser humano, tuvo un principio y un fin temporal. No hay que descartar que, más pronto que tarde, aparezcan restos óseos que puedan suscitar una mayor controversia, en el plano del Jesús Histórico.  Por lo contrario, sus seguidores, tanto los que lo conocieron en vida como los posteriores, afirmamos que venció a la  muerte y resucitó, si bien en un cuerpo radicalmente distinto al nuestro, sometido a las enfermedades y la destrucción ineludible.

A pesar de esta controversia y, una vez más, desde el punto de vista, exclusivamente, de lo racional, la resurrección resulta, a todas luces, incomprensible a la  mente humana, que es limitada y objetiva. Los hombres de ciencia  afirman, de un modo mayoritario, que solo se puede creer  en aquello que sea sentido o percibido por los sentidos.  Como le ocurrió a Santo Tomás, paradigma realista del hombre moderno y occidental,  escéptico hasta la médula. Pero, a pesar de ello, resulta, igualmente indudable e incuestionable, que hay datos en el transcurso de nuestras vidas que, si lo reflexionamos durante un instante, nos acerca al camino de la conversión y de la fe. Son, en la mayoría de las veces, pequeñas circunstancias, incluso, muchas de ellas tan anecdóticas, que se nos escapan en su auténtica trascendencia y que, al  combinarlas, o tratadas de forma conjunta, nos llevan a la certeza de que, ineludiblemente, no
todo lo sensitivo es lo único real en nuestro alrededor. La naturaleza humana no solo es carne, hueso y, exclusivamente, inteligencia racional, al abarcar, también, un componente “espiritual” que trasciende la levedad de nuestro ser.

Ahora bien, la cuestión es que, a la postre, hay que respetar la libertad de cada ser humano para afrontar el dilema de la conclusión o, mejor dicho, su particular relación con lo  trascendental. Por lo que respecta a una servidora, es el conocimiento y comunicación con  Aquél que afirmó que vino a servir, y a no ser servido- algo absolutamente sorprendente en los esquemas del poder y de la ambición humanas- , el que me apoya en la convicción de que, por encima de las limitaciones de la vida, algo debe haber más allá de lo que perciben mis sentidos. En resumidas cuentas, aunque el afirmar tal cosa resulte nadar a contracorriente, el Amor a Jesús, entendido como un continuo proceso de comunicación y preguntas, basado en una íntima convicción de que solo Él todo lo puede y, por último, Él es la Resurrección y la Vida.


Comments (4)

  1. En clave bíblica todo resucitado como en la cultura zen es quien ha recibido la “iluminación”…todo lo demás son comentarios y añadidos fuera de contexto. Así Jesús vivió para morir “vivo”…no murió para vivir posteriormente.Sólo los que aprenden el camino iniciático lo alcanzan.

  2. … la resurrección se usa siempre en sentido figurativo, es una forma retórica, como cuando se reanima a alguien que está traspuesto, porque todos sabemos que es imposible… cuando naces, vas escuchando a tus mayores que van diciendo aquello de que “todo tiene solución en esta vida…salvo la muerte”… y la ciencia, la única a la que debemos dar crédito si regimos nuestra vida por el raciocinio y el sentido común, deja claro que tras la muerte no hay nada, y nadie viaja en el sentido inverso, a contra natura…
    la resurrección es un mito, no hay controversia alguna… es como los unicornios, los elfos o papá Nöel, creaciones de la fantasía humana, con entidad propia, pero que la mayoría de las personas sabemos disociar, aclarando lo que es real de lo que es fantasía, y la FE es un comodín de aquellos que se autodenominan creyentes, para hacer trampa y no tener que decir que sus fantasías son eso, creencias, relatos inventados, que por mucho que seas devoto de ellos, no dejan de serlo… intentar torcer la verdad a base de sugerir que “la mente humana, que es limitada y objetiva”, no puede aprehender lo que la propia mente humana es capaz de IMAGINAR es cuanto menos curioso… la sociedad humana tiene en la REALIDAD y la CIENCIA que estudia esta realidad su mejor valedor, porque encomendarse a fantasías estará bien como algo lúdico para entretenerse, pero es arriesgado para lo que es vivir con los pies en el suelo, un suelo real, una sociedad real, una historia real… Respecto a eso de los “datos” que en la vida de una persona le acaban por hacer creer que hay una dimensión “espiritual” que no conocemos, y de la que esos datos serían la prueba, es como decir que si llueve y los australopitecus no sabían qué era esa humedad que caía de las alturas, pues sería racional para ellos establecer que eran los dioses que se habían puesto todos de acuerdo en acercarse a la cornisa del cielo a hacer pis, un pis sagrado supongo… menos mal que ya no somos australopitecus… la falta de explicación de ciertas situaciones humanas que nos siguen perturbando, no implica per se una explicación ni prueba alguna de lo divino, sino simplemente que AÚN no hemos descubierto la explicación… lo que habrá algunos que la siguen buscando, y la encontrarán, y otros que se cierran en banda, dejan de buscar y se aferran a eso que llaman fe para sentirse a gusto arremolinados en su sillón, descartando explicaciones más racionales… en cuanto al último párrafo, lo del derecho que tiene cada ser humano en poder equivocarse si quiere, pues claro, es libre de hacerlo, nadie le niega esa estrambótica pretensión, adelante… siempre que no ponga en peligro el sentido común de los demás (los creyentes lo hacen, con su pretensión de apologética, incluso con sus violentas amenazas contra los felices descreídos), siempre que no capten recursos comunes (los creyentes lo hacen, exigiendo dineros para sus estupideces, cuando se podrían usar para investigar el cáncer u otras mil cosas más), siempre que no molesten a la infancia (los creyentes lo hacen, bautizando neonatos que no se pueden defender, enredando a los niños cuando aún no tienen opinión formada, captando ovejitas descaradamente para seguir teniendo cotizantes en sus empresas en un futuro), siempre que dejen de hacerse las víctimas cada vez que les pintamos la cara arrojándoles sus propias contradicciones y falta de sentido común de vuelta… Termino mi comentario aclarando que cuando me toque morirme me moriré, y no lo sabré porque habré muerto, y volveré al mismo sitio que estaba en el momento de NACER, antes de haber vivido… adivinen dónde…

    1. Sr. Manumenorca. Debo darle las gracias porque he ganado la apuesta que había hecho con mis amigos de que constestaría a mi artículo reflejando el podriamos llamarle odio a todo lo que representa nuestra creencia como cristianos. Con lo que he ganado me voy a tomar un menú suculento que ya contaba de antemano. ¿Que le hemos hecho los cristianos para que refleje y exprese su odio a lo que creemos ?. Lo que me pide el cuerpo es mandarle ” al carajo”, pero ello me equipararía a usted, algo que no deseo de modo alguno pues tal como cantaba la cantante María Isabel: : “Antes muerta que sencilla”.

  3. … por alusiones………………………………me consta que es usted una persona inteligente, que sabe disociar perfectamente lo que son las personas, y lo que son las ideas de esas mismas personas… yo a usted la aprecio como persona y como articulista, pero sus creencias es otra cosa muy diferente, pues no son usted, y por tanto no son dignas de respeto, pues sólo las personas son dignas de ello… tengo un amigo que es filonazi, y no deja de ser amigo mío, porque tratamos muchos temas, y no le permito tocar ese, porque aunque le respeto como persona, no respeto en absoluto sus ideas en ciertos temas… y seguimos siendo tan amigos, aunque sabe que pongo a parir el nazismo a fondo… lo mismo con otros parientes o amigos que son del Real Madrid, penoso club de fútbol donde los haya, que ridiculizo siempre que puedo… pero ninguno de mis compañeros o familiares me ha negado el saludo por ello… mi hermano me preocupa, ha tomado una deriva últimamente muy de ultraderecha, demasiado para mi gusto, pero seguimos tan unidos como siempre, porque sabe que si saca el tema le escucharé educadamente, pero luego criticaré de manera despiadada sus postulados políticos… y así todo, las personas son conscientes de que sus filias, manías, creencias y gustos SON SUSCEPTIBLES DE CRÍTICAS FURIBUNDAS, y aún así, se muerden el labio y se aguantan, lo que no hacen es hacer pataletas victimistas y pucheros… bueno, todos menos las personas religiosas, que no se sabe por qué motivo, se creen especiales y con la bandera de stop a la blasfemia, se creen con derecho a identificar una crítica (que no es más que una opinión desfavorable, y le recuerdo que hay libertad de expresión) con un ataque directo en toda regla… nada más lejos de la realidad… en mi caso, las creencias religiosas son el enemigo a batir, son lo peor que le ha pasado a la Humanidad en su historia, desde ese momento en que el primer chamán avispado vio que podía enredar al jefe de la tribu con tonterías… en cuanto a los creyentes, no los odio, los COMPADEZCO, me apenan e intento ayudarles a superar su estado de dependencia… Me alegro pues que se tome ese menú a su salud, de nada…

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