Hauser & Wirth Menorca, en colaboración con la Sucesión Eduardo Chillida, presenta “Chillida en Menorca” una exposición conmemorativa por el centenario del nacimiento de Eduardo Chillida (1924 – 2002).
Eduardo Chillida es recordado como uno de los escultores más importantes del siglo XX, reconocido por su enfoque innovador en la exploración de la relación entre materia y espacio, lo tangible y lo intangible. Chillida encontró en Menorca, especialmente en su residencia ‘Quatre Vents‘ en Alcaufar, un entorno ideal para la experimentación artística, inspirado por la luz mediterránea y la riqueza natural y cultural de la isla.
Desde el 11 de mayo, esta muestra especial destaca la profunda conexión del artista vasco con Menorca, a través de una cuidadosa selección de esculturas y obras sobre papel. Con más de 60 piezas, que van desde 1949 hasta 2000, la exposición promete ofrecer una perspectiva completa sobre la evolución del escultor.
La presentación, ideada por el arquitecto Luis Laplace, se enfoca en resaltar el lazo entre Chillida y Menorca, empleando materiales locales en una puesta en escena que dialoga con el paisaje y la arquitectura. Laplace, quien también dirigió la restauración de Hauser & Wirth Menorca y el reacondicionamiento del museo Chillida Leku, asegura que el arte y el entorno se complementan, enriqueciendo la experiencia del espectador.
La muestra se acompaña de un ‘Education Lab‘, creado en colaboración con Chillida Leku y Menorca Preservation a través de Plastic Free Menorca, proporcionando un espacio interactivo para profundizar en el legado del artista.
La exposición inicia con sus impresionantes “Gravitaciones”, seguidas de obras icónicas como el “Mural G-56”, y se extiende a sus reconocidas esculturas de acero y relieves en madera. Cada pieza refleja su fascinación por definir el espacio a través de la forma, un testimonio de su formación inicial en arquitectura.
Importantes trabajos se exhiben sobre plintos de marés, conectando directamente con la historia y la geografía de Menorca. Las series “Lurra” y “Óxidos” de Chillida, creadas con tierra chamota, son notables por su textura única y la técnica empleada. Por otro lado, obras como “Escuchando a la piedra III” resaltan el interés del artista por explorar los fenómenos naturales.
La exposición “Chillida en Menorca” no solo rinde tributo a la significativa huella de Chillida en el arte del siglo XX, sino que también invita a explorar la simbiosis entre su obra y el entorno que tanto inspiró al artista. Una oportunidad única para apreciar la profunda relación entre Chillida y Menorca, abierta al público desde el 11 de mayo hasta el 27 de octubre en Hauser & Wirth.