El estudio, de Cefali, Salas y Quetglas, utiliza referencias de presencia de comunidades de algas y otros factores en tres zonas concretas de la isla (poniente, levante y norte de Menorca). La biodiversidad marina es un indicador crucial de la salud de los ecosistemas costeros. En particular, las poblaciones de algas de los géneros Ericaria y Cystoseira son de suma importancia, ya que su presencia y estado pueden revelar valiosa información sobre la calidad del medio ambiente marino.
El estudio aporta interesantes hallazgos sobre la distribución y sensibilidad de estas poblaciones de algas, y ha sido realizado por la Estación de Investigación Jaume Ferrer que pertenece al Govern Balear, cuya dirección científica es responsabilidad del Centro Oceanográfico de Baleares (IEO-CSIC).
Los resultados de este estudio indican que las comunidades litorales dominadas por la especie Ericaria amentacea son muy abundantes en las aguas costeras de Menorca, especialmente en áreas de acantilados bajos y sustratos rocosos expuestos al oleaje. La presencia de esta especie sugiere una buena calidad del agua y un alto valor ecológico en estas áreas.
Por otro lado, se observó que en las calas de la costa norte de Menorca predominan comunidades de algas como Gongolaria barbata, Ericaria crinita, Cystoseira foeniculacea y Cystoseira spinosa, que son altamente sensibles y poseen un elevado valor ecológico. La presencia de estas especies en estas áreas indica condiciones casi prístinas, alejadas de fuentes de contaminación y actividades humanas.
Sin embargo, el estudio también resalta la importancia de comparar los datos obtenidos con estudios anteriores para evaluar los posibles impactos de las actividades humanas en las comunidades litorales. Por ejemplo, se sugiere comparar los resultados con datos registrados antes de la construcción del nuevo dique de Ciutadella y el dragado en Maó.
En cuanto a la distribución de las comunidades cerca del dique de Ciutadella, no se observaron cambios sustanciales en comparación con estudios anteriores realizados en 2006 y 2009. Sin embargo, se destacó un aumento significativo en la abundancia de la especie E. amentacea en el tramo Santandria-Cala Blanca en 2014. Por otro lado, en la zona del puerto de Maó, no se detectaron cambios importantes en las comunidades litorales, lo que sugiere una cierta estabilidad en la calidad ambiental del agua costera en esta área.
En resumen, este estudio proporciona una visión detallada de la distribución y sensibilidad de las comunidades de algas en las aguas costeras de Menorca. Los hallazgos destacan la importancia de mantener la calidad del medio ambiente marino para preservar la biodiversidad y el valor ecológico de estos ecosistemas.