El Consell de Menorca abrirá en un par de semanas una segunda Casa de la Infancia en Maó para separar a los 29 menores acogidos a día de hoy en el centro, casi el doble que hace nueve meses, con el fin de mejorar la atención que reciben.
La consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés, ha anunciado que repartirá a los menores bajo tutela de la administración insular según su edad y tipología para dar una respuesta adecuada a sus necesidades.
El Servicio de Infancia y Familia ha tenido que acoger a 13 nuevos menores desde el verano pasado, lo que ha hecho que haya el doble de usuarios, 29, que plazas disponibles en la Casa de la Infancia de Maó, 14.
Los diez usuarios de menor de edad, de entre 5 y 11 años, a los que se ha alojado provisionalmente en un piso aparte, se trasladarán este mes a la nueva casa, en un edificio cedido por el Ayuntamiento.
En la Casa de la Infancia siguen residiendo 15 adolescentes de entre 12 y 17 años, a los que se añadirán otros cuatro, que en la actualidad son atendidos por la fundación tutelar Amadiba en Palma y que precisan un tratamiento especial por disfunciones emocionales o de conducta.
La intención del Consell es reformar la actual Casa de la Infancia hasta transformarla en un centro de protección de menores con problemas conductuales, un figura que actualmente solo existe en Mallorca, lo que permitirá su atención en la isla y favorecerá su reinserción.
De forma complementaria, se levantará un muro de separación entre la Casa de la Infancia y otros centros próximos, como la residencia de mayores o los servicios sociales del Ayuntamiento, y se requerirá mayor presencia policial en la zona para disuadir a personas externas de tener contacto con los jóvenes más conflictivos y así garantizar su seguridad.
El director insular de Atención Social, Daniel García, también ha anunciado que se ha incrementado en diez trabajadores el personal asignado al centro de menores para afrontar el crecimiento experimentado en los últimos meses. Además, se potenciará su formación y se aprobarán nuevos protocolos de régimen interno.
También se ha puesto en marcha un programa de intervención en centros educativos para atender y acompañar a los alumnos con problemas graves de conducta y se creará un equipo de intervención familiar, formado por psicólogos, trabajadores y educadores sociales, que prestará apoyo a las familias que tengan menores en situación de riesgo y ayudarlas a revertir la situación.
La consellera y el director insular han insistido en la necesidad de agilizar los procesos para poder intervenir antes en los casos más graves y evitar que los menores caigan en situaciones de desamparo.
Carmen Reynés ha dicho estar “preocupada” por la situación, pero ha pedido que “no se ponga solo el foco en los menores tutelados, sino en lo que está fallando en la sociedad” por problemas motivados por la pérdida de valores o el consumo de sustancias que hacen “imprescindible una mejor coordinación entre todos los agentes implicados”.
El Consell ha aprovechado para hacer un nuevo llamamiento público al acogimiento familiar, una iniciativa a la que ya se han sumado dos nuevas familias durante el último mes, y ha anunciado que se organizarán charlas y talleres con familias y menores que en su día fueron tutelados por el Consell para acercar su experiencia y animar a la sociedad a seguir su ejemplo.