Palma, 13 may (EFE).- Un 21 % de los 71 puntos de estudio de la posidonia oceánica situados en diferentes lugares del litoral de Baleares se encuentra en un estado de conservación desfavorable, según los resultados de la Red de Monitorización de la Posidonia, que vigila el estado de esta planta marina protegida.
El conjunto de los datos recabados entre 2002 y 2023 en los 71 puntos de estudio de un amplio abanico de características diferentes de la costa indican que predominan las situaciones de estabilidad o aumento de la cantidad de posidonia, pero en un 10 % de ellos la planta disminuye.
En conjunto el 21 % de los puntos de estudio se encuentra en un estado de conservación desfavorable y el 79 % en estado favorable, ha informado la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural en un comunicado.
La Red de Monitorización de la Posidonia tiene como objetivo determinar el estado de conservación de las praderas de esta planta en el archipiélago balear, una información muy relevante para gestionarlas correctamente y para evaluar la efectividad de las medidas implementadas para su protección.
Las praderas pueden producir nuevos fajos de hojas a partir de los fajos vivos (aumentando la densidad y la cobertura a pequeña escala) mucho más rápidamente de lo que pueden crecer en extensión una vez la planta ha muerto y solo permanecen restos de rizoma sin hojas.
Por este motivo, hay praderas con elevadas cantidades de posidonia muerta, pero que se encuentran en situación de estabilidad o de recuperación desde el inicio de la monitorización, precisa la Conselleria.
La toma de datos se hace siempre en inmersión mediante métodos relativamente sencillos y no destructivos, los cuales incluyen la cuantificación de la cobertura y la densidad de la posidonia y la determinación de la proporción de posidonia muerta, en caso de que haya.
Los buceadores también anotan la presencia de algas invasoras y nacras y, en algunos puntos de estudio, se instalan medidores de la temperatura del agua.
Cada año participan aproximadamente diez entidades colaboradoras, veinte centros de buceo voluntarios y hasta cien buceadores recreativos voluntarios.
Durante el 2022 se estableció una nueva colaboración mediante la monitorización de praderas en lugares de elevada presión náutica en Ibiza, iniciativa del Grupo de Ornitología Balear y Defensa de la Naturaleza (GEN-GOB), cuyos datos se integraron con el resto de resultados de las Illes Balears.
Los 18 nuevos puntos de estudio se establecieron en zonas de elevada presión de tráfico y anclaje de embarcaciones y se corresponden con praderas más deterioradas. Las proporciones de posidonia muerta encontradas en 2023 son superiores al 25 % en la mitad de los puntos, aunque, de momento, la serie temporal disponible es demasiado corta para establecer conclusiones sobre la evolución.
Este año, la Red continúa y ya se han iniciado las inmersiones para tomar datos de las praderas. En abril han visitado Cala Vadella y Talamanca, en Ibiza, con el GEN-GOB, y en mayo se han retomado las inmersiones en Mallorca, con buceadores voluntarios, que seguirán hasta octubre.
En Menorca todas las inmersiones las hace personal técnico en colaboración con el Observatorio Socioambiental de Menorca.
La posidonia oceánica es una especie en régimen de protección legal especial, para garantizar su conservación, lo que implica que se debe realizar una evaluación periódica de su estado.
Además el Govern lleva a cabo un seguimiento del estado de sus praderas, con especial atención a las de alto valor y las incluidas en Red Natura 2000, como consecuencia del llamado decreto de posidonia, de 2018.
