Comentaba con un amigo la foto final de cierre de campaña que se han hecho todos los candidatos con representación parlamentaria. Una copa en la mano, Cava en plan el “pintxo-pote”, menos Puigdemont, que yo reivindicaba en Madrid. Parece que salen relajados de las tensiones electorales y esto es bueno para la votación y para la sociedad. Mi amigo me recordó el mito de Casandra, bendecide de los dioses con el don de la predicción pero maldecida a no ser escuchada por nadie. Acertar o ver las cosas si nadie hace caso es como no verlas, una inutilidad de don.
En estos momentos mi interés por las elecciones catalanas es comparativo, en relación con los partidos locales, nacionalistas, independentistas y en general alternativos o reactivos a la constitución de 1.978, en Galicia, País Vasco y Catalunya.
Por alguna razón, posiblemente por micro razones sumadas derivadas de política local y por un nuevo relato histórico diferente unido a la política lingüística en la educación, el elemento territorial constitucional o la conformación de país que nos dimos en 1.978 como Reino, comienza a recibir fuertes ataques efectivos.
Podríamos compararlo con las tensiones históricas que se están presentando en Bélgica entre Flamencos y Francófonos, o las que existen en el Reino Unido entre Escocia, Irlanda del Norte, Gales e Inglaterra. En este último caso me llama la atención la denominación territorial tal y como se ha quedado, Inglaterra y Gales de un lado, Escocia e Irlanda del Norte, por otro. Escocia al margen de Irlanda del norte y esta última como una separación totalmente artificial que no genera más que problemas a unos y a otros. El proceso del Sinn Fein y el IRA es parecido por no decir calcado al proceso de Bildu y ETA que estamos viviendo aquí. El BNG en Galicia sigue subiendo y aunque el PP resiste allí sin embargo no es presidente en el conjunto de todos los actuales territorios de la Corona de la dinastía Borbón que tenemos, por lo que el equipo dirigente actual tendrá que volverse a Santiago, y buscar un nuevo líder que no sea madrileño.
Los resultados de las elecciones catalanas han llevado a lo previsto, el triunfo de PSC (ojo no es el PSOE, es un partido político diferente y especifico con un acuerdo con el PSOE), pero con un aumento de votos, que sumado al aumento de votos del PP y al mantenimiento de VOX llevan a un incremento de la importancia de los partidos políticos de proyección estatal en Cataluña. Por su parte el partido independentista de Puigdemont ha aumentado en escaños pero no de forma importante, lo que sumado a la disminución de votos de ERC, en su versión nacionalista e independentista, y la de los partidos de izquierdas catalanes, también lleva a una disminución del voto nacionalista frente al estatal, con el ligero factor corrector de Aliança Catalana.
La desaparición de Ciudadanos es el final de un bello sueño. Era voto no nacionalista, y liberal y mi análisis es que se ha ido o bien hacia el PSC o bien hacia el PP, pero no al voto nacionalista. El Voto de ERC, probablemente a PSC, y JuntsxCat. O a la importante abstención de un 43%. El voto de Aliança Catalana, es emergente, y aunque el mensaje es que se ha ido desde JuntsxCat o desde partidos nacionalistas, no me parece que haya sido así puesto que JuntsxCat ha subido. Es una incógnita al ser nuevo. Su evolución es previsible, aumentará en las próximas elecciones su número de escaños, pero dependerá de si le siguen etiquetando como la extrema derecha nacionalista catalana o da un giro a alguno de sus postulados, relacionados con la inmigración.
¿Dónde están los hechos que marcan la diferencia,? para mí ha sido la amnistía. y las tensiones internas de ERC, entre federalistas e independentistas y la ausencia de un líder carismático en Aragonés. Creo que ha polarizado la dirección del voto hacia el PSOE o hacia el PP. Desde el punto de vista de estrategia política debemos reconocer que la medida ha tenido rendimiento para los dos partidos estatales mayoritarios en un sentido y en el otro, los partidarios y los contrarios.
¿Qué va a pasar con estos resultados en el marco catalán y en su reflejo en el marco estatal?, Después del hundimiento en Galicia, hemos visto como el PSOE ha hecho un recambio generacional en Euskadi y en Catalunya con dos lideres no nacionalistas, uno obrerista y otro intelectual, y el resultado ya le ha ido bien, porque en ambos lugares ha subido compensando la perdida de Galicia frente al BNG.
Pero tenemos voto nacionalista holgado en País Vasco, Galicia, y Catalunya y es un factor de presión en la política. Hay territorios que podrían derivar en un partido nacionalista como Canarias, y quizá Asturias a más largo plazo. Y serian dos factores también que repercutirían en la presión de la reforma de la Constitución y en un referéndum.
La primera incógnita es si JuntsxCAT y PSC llegaran a algún pacto. Si debemos creer en la palabra de los políticos, no se producirá este acuerdo puesto que Puigdemont lo ha rechazado.
La opción JuntsxCAT, con ERC no parece ni posible ni útil.
La opción PSC con ERC, parece posible pero tendrían que añadir un tercer partido que si no hay baile de ultimo escaño, lo lógico es que sea Comuns, que aunque baja tiene el número de escaños suficiente para dar la gobernabilidad.
Como se estructure esto es una incógnitas mediante un pacto de legislatura, o si mediante otra fórmula, pero parece que es la más posible para lograr gobernar con mayoría absoluta. Desde la perspectiva de Illa, parece la más útil a su política no nacionalista, y es la que podría llevar a estabilizar el voto independentista o a su reducción y a clarificar la política catalana en cuatro años.
Mi predicción es que el actual modelo territorial histórico no aguantará ni dos generaciones más. Tendremos que ir analizando un nuevo escenario de modelo de Reino de España con territorios periféricos desgajados y prepararnos para este escenario aunque no me guste.
