El poblado prehistórico de Binissafullet, ubicado en Sant Lluís y catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), ha sido puesto a la venta, suscitando preguntas sobre la protección y gestión de los bienes patrimoniales en Menorca. Desde el Consell de Menorca, se ha proporcionado una explicación a Menorca al día sobre las regulaciones que envuelven este tipo de propiedades y su posible futuro.
Regulaciones y obligaciones para los propietarios de BIC
El Consell recalca que, aunque la mayoría del patrimonio histórico en Menorca, alrededor del 85%, es de propiedad privada y susceptible de ser vendida, ello no implica una desprotección para estos bienes. Los dueños de BIC, como Binissafullet, deben cumplir con estrictos requisitos:
- Garantizar la conservación adecuada del bien.
- Permitir acceso público al menos cuatro días al mes, excepto bajo circunstancias que justifiquen limitaciones.
- Facilitar inspecciones y estudios por parte de organismos competentes y investigadores, bajo solicitud fundamentada.
Situación específica del yacimiento de Binissafullet
El Consell mantiene un acuerdo con el actual propietario de Binissafullet para el mantenimiento del yacimiento, permitiendo visitas diarias, excediendo así las obligaciones legales mínimas. Si el yacimiento cambiara de manos, el Consell intentaría replicar este acuerdo con el nuevo propietario.
Además, se ha aclarado que Binissafullet no es considerado patrimonio mundial, ni posee características únicas comparado con otros yacimientos en la isla. No hay proyectos de excavación activos en el sitio y no se requieren intervenciones urgentes para su conservación.
Futuro y posible contraoferta
Actualmente, desde el Consell aún no se ha decidido si se presentará una contraoferta para la compra de Binissafullet. Si en el futuro fuera necesario realizar una intervención significativa que un particular no pudiera asumir, entonces podría ser un argumento para justificar una adquisición pública, aunque esta circunstancia, según el Consell, no se presenta en este caso.