El porcentaje de ingresos que los hogares deben destinar para acceder a una vivienda en las Islas Baleares ha crecido significativamente en el último año.
La falta de oferta de viviendas, acompañada del consiguiente incremento de precios, ha empujado la tasa de esfuerzo hasta límites que superan el máximo recomendado por los expertos. Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, explica que “la subida de las tasas de esfuerzo, tanto en compra como en alquiler, se debe a la escasa oferta disponible. La demanda se mantiene estable o incluso incrementa, pero debe enfocarse en un volumen de viviendas cada vez menor, lo que eleva los precios y tensiona el esfuerzo financiero que deben realizar las familias para acceder a una vivienda”.
En el mercado del alquiler, la tasa de esfuerzo ha alcanzado el máximo recomendado del 30% en varias ciudades. Palma se sitúa entre las capitales con mayor porcentaje de ingresos dedicados al alquiler (41%), superada solo por Barcelona (43%). Este incremento es de cuatro puntos respecto al año anterior, reflejando una tendencia preocupante. Otras ciudades que enfrentan un alto esfuerzo para alquilar incluyen Málaga (40%), Madrid (38%), y Valencia (38%).
En las Islas Baleares, la situación es especialmente crítica. La provincia exige un esfuerzo del 46% de los ingresos familiares para alquilar una vivienda, solo superada por Málaga (52%). Este elevado porcentaje refleja la intensa presión sobre el mercado de alquiler en la región, donde la oferta no logra satisfacer la demanda creciente.
Aunque generalmente el esfuerzo para comprar una vivienda es menor que para alquilar, en algunos mercados como Palma esta relación se invierte. Palma lidera el ranking de capitales con la tasa de esfuerzo más alta para la compra de una vivienda (44%), seguida de San Sebastián (38%), Málaga (34%), Madrid (33%), y Barcelona (33%).
Entre las provincias, Baleares exige el mayor esfuerzo con un 43% de los ingresos familiares destinados a la compra de una vivienda, seguido de Málaga (42%) y Santa Cruz de Tenerife (35%). Este incremento en la tasa de esfuerzo es una barrera significativa para quienes buscan adquirir una vivienda en la región.
La escasez de oferta es el principal factor detrás de estos incrementos. Según Iñareta, “la demanda se ha mantenido constante o incluso ha aumentado, pero se enfrenta a un volumen de viviendas disponible cada vez menor, lo que eleva los precios. En el mercado del alquiler, las consecuencias de la Ley de Vivienda han reducido la oferta y aumentado la competencia entre las familias, sin que se perciba una voluntad clara por parte del Gobierno para revertir esta tendencia”.
Además, en el mercado de compraventa, la imposibilidad de generar un nuevo parque de viviendas a corto plazo se ve agravada por la previsión de un posible aumento de la demanda en los próximos meses. Muchos compradores, que se habían retirado del mercado a la espera de una caída de precios que no se produjo, podrían reactivar sus compras con un probable descenso de los tipos de interés, aumentando aún más la presión sobre la escasa oferta disponible.
El impacto de estos incrementos es notable en Baleares y Menorca, donde la tasa de esfuerzo para acceder a una vivienda es de las más altas del país. Esta situación no solo afecta la capacidad de las familias para acceder a una vivienda, sino que también tiene implicaciones más amplias para la economía regional, incluyendo la capacidad de atraer y retener talento y la estabilidad del mercado inmobiliario local.
La tasa de esfuerzo mide el peso de la vivienda sobre el poder adquisitivo del hogar. En el caso del alquiler, se calcula como la cuota anual de ingresos netos medios del hogar que se destina al pago del alquiler de una vivienda tipo de dos dormitorios. Los valores de alquiler provienen de Idealista, mientras que los datos de renta neta familiar son del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Para la compraventa, la tasa de esfuerzo se calcula como la cuota anual de ingresos netos del hogar destinada al pago de una hipoteca “típica”, considerando la duración y tipo de interés medios. Los recientes incrementos de los tipos de interés han sido tomados en cuenta en el cálculo, utilizando datos del Banco Central Europeo (BCE).