El Ajuntament de Es Mercadal ha decidido retirar el sistema de lavapiés de las playas del municipio como medida para ahorrar en el consumo de agua potable.
La medida está alineada con la normativa vigente del Plan Hidrológico de las Illes Balears, cuyo artículo 50 indica que los lavapiés deben utilizar agua salada en caso de ser empleados. Implementar un sistema de agua salada en cada lavapiés de las playas del municipio tendría un coste aproximado de 30.000 euros por unidad, un gasto que el Ajuntament no puede asumir.
Retirar los lavapiés actuales, que consumen agua potable, representa un gran ahorro económico. Por ejemplo, en 2022 en Platges de Fornells se gastaron 3.900 euros, y se malgastaron más de 900 metros cúbicos de agua, equivalente a dos piscinas municipales llenas de agua potable. Las reservas de agua de los acuíferos están al 54%, un nivel bajo para esta época del año, y actualmente el municipio se encuentra en prealerta por sequía.