Vivienda de 540 metros cuadrados, 6 dormitorios, 4 cuartos de baño y una playa privada. Así es el casoplón que Bill Gates compró junto al mar en 2020. 43 millones de dólares se dejó el mismo personaje que se ha erigido como salvador de la humanidad y que tiene las claves de cómo vencer el calentamiento global. Nos da las pautas en su libro “Cómo evitar el desastre climático”.
¿En qué quedamos, Bill? ¿Nos viene un calentamiento global que hará que se fundan los polos y el mar engulla las playas y, mientras tanto, te compras una lujosa mansión en primera línea? Bill, nos tienes despistados.
En mi voluntad de escuchar a otros y salir del despiste, encuentro opiniones contradictorias respecto al tema.
Que vivimos en un planeta con clima cambiante, no hay duda. Así ha sido desde el inicio de los tiempos. Unos ven la situación actual como normal dentro de los ciclos de La Tierra. Otros nos culpan a los humanos por la contaminación tras los avances acontecidos desde la Revolución Industrial a finales del siglo XIX y el posterior uso masivo de los vehículos terrestres y aéreos movidos con combustibles fósiles. Luego está Greta Thunberg que ha hecho un patrimonio enorme enarbolando la lucha contra el cambio climático.
Los mayores del lugar recordarán el mensaje errático de los catastrofistas climáticos. En los años 80 insistieron con que el efecto invernadero nos iba a congelar porque los rayos del sol no iban a tocar La Tierra de tanto gas invernadero vertido a la atmósfera. Más tarde dijeron que iba a ocurrir todo lo contrario y que nos íbamos a achicharrar por el agujero de la capa de ozono. Muchos dejaron de lado los sprays y se pasaron a la gomina de pelo y al roll-on en su desodorante.
Lo cierto es que el agujero de ozono de 2019 fue uno de los más pequeños registrados desde 1990. Fue previo a la pandemia, es decir, antes del parón obligatorio de la actividad del planeta.
Sobre los polos, nos dicen que el deshielo provocará que suba el nivel del mar y engulla la primera línea de mar del planeta, pero Bill Gates desoye las advertencias y se compra una mansión a pie de playa. Por cierto, viendo lo que pagó Bill por ella, el vendedor tampoco se cree el discurso tremendista porque no descontó en el precio el efecto de la subida del mar y no pidió un precio a la baja que recogiera la futura pérdida de valor del inmueble.
Lo cierto es que el hielo polar va menguando. Esto es cierto en parte. Mientras el Polo Norte decrece, el Polo Sur aumenta su tamaño. La razón de esto último es que el hielo viejo de la Antártida es desplazado por vientos y corrientes marinas hacia fuera y protege al hielo nuevo que se va creando. Lo viejo preservando lo joven. Qué sabio es nuestro planeta.
Después están los que directamente dicen que el cambio climático es una farsa con oscuros objetivos políticos y económicos de fondo. Aquí encontramos un grupo de personas entre los que, por su trayectoria y formación, destaca Patrick Moore, uno de los fundadores de Greenpeace. Parece que, por su labor y lucha en pro del medioambiente, su opinión debería ser escuchada. Se pueden ver en el documental “La gran farsa del calentamiento global”.
¿Qué dice Patrick Moore sobre el cambio climático? Lo niega tajantemente.
Afirma que el aumento del dióxido de carbono en la atmósfera, lejos de ser dañino, es beneficioso.
Afirma que esas falsas narrativas son “historias de miedo”. Que son mentira y responden a intereses políticos y económicos. Denuncia que los profesores de universidad que no están alineados con el origen antropogénico del cambio climático (el que culpa al ser humano) no reciben dinero.
La Agenda 2030 tiene como objetivo número 13 la adopción de medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos indicando que sus consecuencias negativas afectarán en mayor medida a las personas pobres y vulnerables.
En esto está de acuerdo Patrick Moore cuando destaca que los ecologistas se están metiendo con los pequeños agricultores y ganaderos, quitándoles su sustento y arrastrándoles a la pobreza.
La confiscación de tierras o limitaciones de actividad a las que están sometiendo a pequeños agricultores o ganaderos encarecerá los alimentos y solo los ricos podrán permitirse la compra de alimentos, mientras los pobres morirán de inanición, según Patrick Moore.
Aquí se equivoca. Los pobres comerán. Comida experimental de consecuencias desconocidas, pero comerán.
En este punto volvemos a toparnos con nuestro amigo Bill Gates, quien se ha convertido en el estadounidense con mayor cantidad de tierras de cultivo, acaparando casi 110 mil hectáreas.
El filántropo de Bill compensará la carencia de alimentos que vaticina el fundador de Greenpeace con la producción de alimentos modificados genéticamente, cosechados en sus tierras de cultivo o con carne sintética producida en sus laboratorios. Si a todo ello le añadimos el fomento de comidas a base de insectos, la inanición no será la causa de la muerte de los pobres, como anuncia Patrick Moore. Será la comida experimental con consecuencias desconocidas para el ser humano.
Me pregunto si en sus banquetes en su mansión junto al mar Bill suministrará de los alimentos cultivados en sus tierras. Me pregunto si tiene miedo de que el mar inunde en una década su vivienda y su inversión millonaria se vaya al traste. Tampoco puedo evitar pensar en el bueno de Bill, repasando desde su playa privada, los royalties cobrados por la venta de sus libros hablando sobre el desastre climático, mientras observa el amenazante vaivén de las olas en su playa privada recientemente adquirida.
¿Saben lo curioso? Compró la mansión junto a la playa en 2020 mientras escribía el libro sobre los desastres del cambio climático que vio la luz al año siguiente. Hay que ser muy cínico.
Avui en dia tothom sap que en Patrick Moore s’ha fet millionari cobrant d’empreses que destroçen el medi ambient fent articles i llibres que ho neguen. És un consultor industrial i no té cap coneixement sobre el medi ambient més enllà de ser de activista i president de Greenpeace quan era jove. No és científic. I l’efecte hivernacle era (i és) que el món s’escalfa, com diu el mateix nom, no que es refreda. D’altre banda, “mansions” de sis (o més) habitacions a Menorca només Bonnin Sansó en té més de 100 a la venda. Segur que n’hi ha més de 1000.
… eso de mentar el patrimonio de la activista Greta es tendencioso, no tiene nada que ver con el tema del calentamiento global ni del medio ambiente… me recuerda a los gilipollas que se ponen a decirnos que el anterior vicepresidente vive en una casa de Galapagar, como si eso tuviese alguna importancia informativa en relación al desempeño de su labor política…