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La encalmada total aplaza el inicio de la Copa del Rey Repsol de Barcos de Época en Maó

Se prevé que en las tres jornadas siguientes el viento será adecuado para navegar

Flota amarrada en el puerto de Maó tras su regreso a Puerto Foto Jordi Escandell
Flota amarrada en el puerto de Maó tras su regreso a Puerto Foto Jordi Escandell

El estreno de la XX Copa del Rey Repsol de Barcos de Época tendrá que esperar. El viento decidió no hacer acto de presencia este miércoles en el campo de regatas de Maó después de que una ligera brisa en el interior de la rada hiciera concebir una efímera esperanza al comité organizador, que arrió la bandera de aplazamiento en tierra a las 12.00 horas. En ese momento soplaban 7 nudos de componente norte, una intensidad muy justa pero suficiente para intentar dar la salida de la que hubiera sido la primera prueba de la Copa. Sin embargo, una nube situada justo encima de la bocana del puerto natural de Mahón se mantuvo inamovible e impidió que el viento se entablara.

A las 14.33 horas, Ariane Mainemare, oficial principal de regatas, decidió mandar la flota de regreso a puerto. El anemómetro marcaba 0,5 nudos del NNE y la superficie del mar era lo que en menorquín se llama “una bassa d’oli”. Condiciones imposibles para la navegación a vela.

Mainemare señaló que los partes ya anunciaban “un día complicado” con poco viento. “Hemos decidido aplazar en tierra basándonos en esta previsión. El Comité ha salido al mar para verificar la situación real y al ver que teníamos 6-7 nudos de un viento entablado, hemos levantado el aplazamiento. Por desgracia, ha vuelto a caer en el tiempo que han tardado los barcos en dirigirse al campo de regatas. Después de dos horas y media en el agua, hemos optado por suspender la regata prevista para hoy. Las condiciones para mañana se prevén mejores con viento del NE desde las 11 de la mañana. En esas condiciones, deberíamos poder organizar una buena regata”, explicó.

Los modelos de alta resolución anuncian, en efecto, viento de entre 8 y 10 nudos para la jornada del jueves, una intensidad que, según explica Nacho Marra, director del Club Marítimo de Mahón y de la Copa del Rey Repsol, y buen conocedor de las dinámicas meteorológicas de la costa mahonesa, podría verse reforzada si, como está previsto, el sol calienta y aumentan las temperaturas. “Habrá que esperar, pero confiamos en poder completar tres buenas jornadas al final de la competición, dado que el parte del viernes y el sábado es bastante bueno, con viento del Este de intensidad media, ideal para las embarcaciones clásicas y de época”.

La flota de la XX Copa del Rey de Barcos de Época está formada por 43 embarcaciones de 10 países, la mayoría de ellas pertenecientes a la categoría de Clásicos (barcos botados entre 1950 y 1975), donde el Argos (1968) buscará su sexta victoria consecutiva. En esta edición destaca la presencia de siete grandes veleros que se medirán en la clase Big Boats, reservada para esloras iguales o superiores a los 24 metros. Tres de ellos estuvieron presentes en la regata del año pasado (Viveka, Hallowe’en y Mariska), otros tres hacía un tiempo que no recalaban en Mahón (Tuiga, The Lady Anne y Mariette) y el último es inédito. Se trata del Orianda (1937), una impresionante goleta de casi 26 metros diseñada por Oscar W. Dahlstrom, construida en Dinamarca y que hoy navega bajo pabellón británico.

En la categoría de Época Cangreja (barcos botados antes de 1950 con aparejo trapezoidal) se avecina un ‘combate’ espectacular entre dos de los pocos supervivientes de la saga NY40 diseñada y construida por Herreshoff. El Rowdy (tres veces ganador de la Copa del Rey Repsol) y el Chinook (campeón en dos ocasiones) se medirán de tú a tú por primera vez en Maó después de que el primero, de la mano de su armadora Donna Dye, haya decidido modificar su aparejo a Cangreja para recuperar la configuración original de la embarcación.

La competición en Época Bermudiana (barcos botados antes de 1950 con aparejo trapezoidal) promete también emociones fuertes. La flotilla, formada por diez embarcaciones, incluye este año unidades de máximo nivel como el Argyll (1948), Varuna (1938), Sonata (1937), Manitou (1937) o Comet (1946), todas ellas habituales del circuito internacional de clásicos del Mediterráneo.

Los diez inscritos en Espíritu de Tradición (clásicos modificados o barcos modernos con apariencia antigua) vivirán una competición muy igualada. El gran favorito es, por palmarés, el Calima (1970), que ha resultado 14 veces victorioso en la Copa del Rey Repsol. Su patrón y armador, Pachi Rivero, afirma, no obstante, que ninguna regata se gana antes de empezar y que muchos de sus rivales tienen un gran nivel.


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