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La cosecha de aceituna en Menorca podría ser peor que la del año anterior

El motivo es que el pasado invierno no hizo suficiente frío en la isla

Aceitunas no, aceitunitas
Aceitunas no, aceitunitas
Foto: Pixabay

Los agricultores de Menorca están comenzando a expresar su preocupación por la próxima cosecha de aceituna, que podría ser significativamente menor que la del año anterior. Aunque en la isla se suele recoger la oliva una semana antes que en Mallorca y más de un mes antes que en Cataluña, este año las expectativas no son optimistas. A pesar de que no se han registrado episodios de granizo que amenacen los cultivos, el problema principal radica en las condiciones climáticas del pasado invierno, que no fueron las adecuadas para un desarrollo óptimo de los olivos.

Un invierno atípico y sus consecuencias

La ausencia de frío durante el invierno pasado ha alterado el ciclo natural de las olivas. Al igual que otros frutales, los olivos requieren un período de frío para que sus procesos biológicos se desarrollen correctamente. Sin embargo, las temperaturas más cálidas han afectado la floración y el desarrollo de los frutos, resultando en aceitunas más pequeñas de lo que deberían ser a estas alturas del año.

La situación en Menorca refleja una tendencia preocupante que ya se ha observado en otras partes del país. Las temperaturas más cálidas, combinadas con la disminución de las lluvias, están impactando negativamente la producción agrícola, y los olivos no son una excepción. Los productores de aceite de oliva en toda España han tenido que lidiar con cosechas más pequeñas y de menor calidad debido a estas condiciones climáticas adversas.

El impacto del cambio climático en la agricultura

El cambio climático está teniendo un impacto considerable en la agricultura en general, y en los olivos en particular. El calentamiento global, causado por el aumento de gases de efecto invernadero como el CO2 y el metano, está provocando cambios significativos en los ecosistemas. La frecuencia y magnitud de eventos climáticos extremos, como sequías, olas de calor y tormentas, han aumentado, afectando la calidad y cantidad de los cultivos.

En el caso de los olivos de Menorca, las altas temperaturas y la falta de lluvias adecuadas están generando frutos más pequeños y menos abundantes. Esta situación no solo afecta la producción de aceitunas, sino también la calidad del aceite de oliva virgen extra (AOVE) que se produce. La campaña de AOVE 2022-2023 en España fue aproximadamente un 50 % menor que la del año anterior, debido a las sequías de años anteriores. De continuar esta tendencia, las futuras campañas podrían enfrentar aún más dificultades, tanto para los agricultores como para los consumidores, quienes ya han empezado a notar un incremento en los precios.

Medidas de adaptación y sostenibilidad a la menorquina

Para mitigar los efectos del cambio climático en los olivos, muchos productores están adoptando medidas para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. La inversión en sistemas de riego más eficientes y la mejora de las prácticas agrícolas son algunas de las estrategias que se están implementando. Estas medidas buscan reducir la dependencia del agua y aumentar la resistencia de los olivos al estrés térmico. Menorca compite en calidad y no en cantidad, de manera que menos frutos o más pequeños implicarán menos aceite, pero no necesariamente mermará la calidad.

El desafío es considerable. El olivo es un árbol de secano que tradicionalmente se adapta bien a las condiciones de la región mediterránea, pero requiere agua para crecer y producir frutos de calidad. Los cultivos intensivos, que son más vulnerables al cambio climático, podrían verse especialmente afectados, lo que subraya la importancia de apostar por sistemas de cultivo sostenibles, como el olivar tradicional, que protegen el terreno y mantienen la cultura y tradición milenaria.

El futuro de la producción de aceite de oliva en Menorca

El futuro de la producción de aceite de oliva en Menorca, y en general en todo el Mediterráneo, dependerá en gran medida de la capacidad de adaptación de los productores a estas nuevas condiciones climáticas. La sostenibilidad se presenta como una clave para garantizar la viabilidad a largo plazo de estos cultivos. Además, es fundamental que los consumidores apoyen la producción responsable de este aceite que está en camino de tener su Indicación Geográfica Protegida, incluyendo también a productos de agricultura ecológica o de agricultores que utilizan prácticas agrícolas sostenibles.

La cosecha de este año en Menorca podría ser un indicativo de los retos que enfrentarán los agricultores en el futuro. Quizás para algunos la situación actual es preocupante. Seamos prudentes puesto que aún no existen los números de la producción de aceite en la isla es este 2024. También es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de adoptar prácticas sostenibles que protejan no solo el medio ambiente, sino también la economía rural y la calidad de los productos que consumimos.


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