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“Más Lambo y menos mambo”

Un artículo de José A. García Bustos

Imagen de monedas.
Imagen de monedas.

Dice nuestro ínclito presidente Sánchez que van a “acotar privilegios desproporcionados de ciertas élites de nuestro país y van a gravar fiscalmente a quienes tienen suficiente dinero en el banco para vivir cien vidas”. Y que “España será mejor si tiene más transporte público y menos Lamborghinis”.

La idea anterior es una afirmación de alguien con mentalidad pobre.

Sorprende que un presidente que dice ser doctor en Economía haga semejante afirmación. O no fue a clase cuando explicaron cómo crear riqueza para el país o le pesan tanto las ideas socialistas que está dispuesto a quemar todo lo que huela a capitalismo y riqueza para llevarnos a todos a la pobreza.

El odio a quienes mantienen holgadamente dinero en el banco es deleznable. Primero porque ese dinero ya ha tributado antes del llegar a la cuenta bancaria y segundo porque, en la mayoría de los casos, será fruto del esfuerzo de toda una vida.

Habría que extraer de esta afirmación que acabo de hacer a los que han conseguido el dinero por dar un pelotazo especulativo y no han aportado nada a la productividad del país. Pero esos son los menos. Las crisis económicas pasadas han hecho purga y, con altas probabilidades, quedan muy pocos especuladores con elevados saldos en el banco.

Tampoco habría que excepcionar a quienes han recibido una herencia porque sus antepasados ganaron ese dinero de manera digna, con no poco esfuerzo, y ya tributó y aportó riqueza al país. Ese dinero no solo tributó al generarse sino también al repartirse entre sus herederos. Por lo tanto, los herederos con dinero en el banco tampoco merecen ser castigados.

Capitalismo, ahorro y trabajo “duru” (parafraseando al gran Miguel Anxo Bastos) son la base de la generación de riqueza. Se le habrá olvidado esta lección a nuestro economista presidente.

El trabajo tributa tanto por la vía del empleado como por la del empleador. Querer penalizar el ahorro, el otro pilar que genera riqueza, es un ataque a los fundamentos de la riqueza. Es el socialismo llevado a sus últimas consecuencias.

Si piensa el honorable presidente que dando mambo a quienes tienen dinero en el banco está atacando a los ricos, está bien equivocado. Demuestra que no conoce cómo se mueve el dinero. Los ricos tienen el dinero en movimiento, invertido en nuevos negocios y se apalancan en la deuda para llegar proyectos más ambiciosos.

Sobre la penalización a los que tienen un Lamborghini ¿qué quieren que les diga? Es mentalidad de pobre envidioso, se mire por donde se mire.

La riqueza no es un juego de suma cero. Que alguien sea rico no significa que sea a costa de la pobreza de otro. Esta es una gran falacia que mucha gente cree.

La riqueza del empresario es la derivada de trabajo y salario para sus empleados y para los que se encuentran en toda la cadena de valor.

Un Lamborghini es fruto de la riqueza y conlleva riqueza, tanto desde el punto de vista de quien lo compra como del de quien lo produce.

En cualquier país capitalista, la mayoría de millonarios son empresarios. Un empresario crea puestos de trabajo y paga a proveedores que tienen trabajadores que también cobran su salario y pagan sus impuestos.

Necesitamos más empresarios con Lamborghini, es decir, empresarios a los que les ha ido bien el negocio y, tras haber pagado nóminas y saldado a los proveedores, le queda superávit para cobrar dividendos y comprar coches de lujo. Los empresarios que compran un “Lambo” previamente han generado gran cantidad de empleo, riqueza y han pagado impuestos por sus enormes beneficios. Con lo que sobra son libres de hacer lo que quieran.

Desde el punto de vista de quienes fabrican y venden Lamborghinis, también se ha generado riqueza. A lo largo de la cadena de producción de un “Lambo” se necesitan muchos empleos y se pagan muchas nóminas. Por ejemplo, los que extrajeron minerales y otras materias primas para fabricar el motor o el chasis del coche, los que las transportaron a la fábrica, los que diseñaron el modelo, los que fabricaron el software para el ensamblaje y la conducción, los que ensamblaron las piezas de manera manual, los que venden los Lamborghini en el concesionario o los del taller que realizan mantenimientos y revisiones o cambian componentes en el vehículo. Todos esos empleos están detrás de la fabricación y venta de los Lamborghinis.

Pero no, aquí les penalizamos ¿Nos extraña que no haya ninguna fábrica de coches de lujo española? Ahí tienen la respuesta. No solo penalizamos que salgan “Lamborginez” españoles sino que, con estas medidas, haremos que los tienen dinero en la cuenta o posean un “Lambo” emigren hacia un país con menos presión fiscal.

Habrá más Ferroviales que se vayan donde sean mejor tratados. Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana.

La conclusión principal es que la pobreza o riqueza de un país está en coherencia con la mentalidad de sus dirigentes.

La realidad es que España es actualmente el tercer país con más riesgo de pobreza dentro de la Unión Europea, solo superado por Rumanía y Bulgaria.

¿Qué podemos esperar de un líder con mentalidad pobre que solo piensa en subir impuestos a la clase media y los autónomos? Necesitamos más “Lambo” y menos mambo.


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