La isla de Menorca ha dado un importante paso hacia la mejora de la alimentación escolar con la creación de la red “Alimentant el Futur”, un proyecto que busca transformar los comedores escolares en espacios saludables, sostenibles y educativos. Esta iniciativa, que involucra tanto a entidades sin ánimo de lucro como a agentes públicos y privados, tiene como objetivo no solo mejorar la calidad de la alimentación que reciben los niños, sino también fomentar una mayor justicia social y apoyar la producción local de alimentos.
El proyecto se sustenta en la colaboración entre diferentes organizaciones que trabajan en el ámbito de la alimentación y la educación. Entre los principales actores que forman parte de esta red se encuentran APAEMA (Asociación de la Producción Agraria Ecológica de Mallorca y de Menorca), CERAI (Centro de Estudios Rurales y Agricultura Internacional), FAPA Mallorca (Federación de Asociaciones de Familias de Alumnos de Mallorca) y Justicia Alimentaria. Estas entidades, junto con otras que se irán sumando, buscan crear una plataforma sólida para transformar los comedores escolares de las Islas Baleares en espacios donde la alimentación sana y local sea una prioridad.
Un diagnóstico que revela necesidades urgentes
Uno de los primeros pasos de “Alimentant el Futur” fue la realización de un diagnóstico de los comedores escolares públicos de las Islas Baleares, cuyos resultados se presentaron en junio de 2023. Este estudio reveló varios desafíos importantes, entre ellos que el 80% de los comedores escolares está gestionado por un reducido grupo de empresas, que el número de centros con comedor escolar es muy desigual según la isla y que el precio del menú es uno de los más altos a nivel estatal. Además, se constató que menos del 30% de los comedores escolares cuenta con cocina propia, lo que limita el acceso a productos frescos y de proximidad.
Estos datos resaltan la necesidad urgente de cambiar el modelo de gestión de los comedores escolares, algo que “Alimentant el Futur” se ha propuesto abordar con un enfoque integral. Entre las medidas que la red propone se incluyen la coordinación entre las administraciones de educación, salud, agricultura y servicios sociales, así como la flexibilización de las licitaciones públicas para permitir la participación de pequeñas empresas locales. De esta manera, se espera que los comedores escolares puedan ofrecer menús más saludables y sostenibles, basados en productos frescos, ecológicos y de temporada.
Educación, salud y sostenibilidad: los ejes del cambio
El proyecto “Alimentant el Futur” se fundamenta en cuatro pilares clave: la educación, la salud, la sostenibilidad y la justicia social. En cuanto al primer eje, la red considera que los comedores escolares deben ser espacios educativos en los que los niños aprendan sobre la importancia de una alimentación saludable y responsable. Esto implica la integración del comedor en el proyecto educativo de los centros, algo que actualmente no ocurre en muchos casos.
Desde el punto de vista de la salud, el proyecto fomenta la reducción del consumo de productos ultraprocesados y la apuesta por alimentos frescos y locales. Además, en términos de sostenibilidad, se busca promover un modelo de producción y consumo que respete el medio ambiente, dando prioridad a la agricultura ecológica y de proximidad. Finalmente, la justicia social es un elemento central del proyecto, que aspira a garantizar que los comedores escolares sean accesibles para todas las familias, independientemente de su situación económica, y que los trabajadores del sector disfruten de condiciones laborales dignas.
Un futuro sostenible para los comedores escolares
El proyecto “Alimentant el Futur” tiene un enfoque a largo plazo y su planificación estratégica para el periodo 2024-2025 ya está en marcha. Con la incorporación de más agentes y entidades, esta red pretende convertirse en un referente en la transformación de los comedores escolares de las Islas Baleares. Las próximas acciones incluyen la capacitación de los profesionales de cocina y la creación de una mesa intersectorial en la que estén representados todos los actores implicados, desde las administraciones públicas hasta las empresas de producción local.
Este esfuerzo colectivo representa una oportunidad única para que los niños de Menorca y el resto de las Islas Baleares disfruten de una alimentación más saludable y sostenible, al tiempo que se apoya a las empresas locales y se promueve un cambio en el modelo alimenticio que beneficie a toda la comunidad.
