El GOB propone al Ayuntamiento de Maó que recupere las fuentes públicas y penalice el sobreconsumo excesivo a través de las tarifas para mejorar la calidad del agua que abastece a la población, ahora afectada por una concentración de nitratos por encima de lo permitido, lo que ha obligado a cerrar temporalmente la planta de Malbúger.
La entidad ecologista explica en un comunicado que considera llegado el momento de “revisar las tarifas a la baja” para quienes consumen un volumen razonable de agua y “subirlas de manera considerable” para quienes exceden este volumen.
En concreto, el GOB vería “lógico” reducir el precio para los primeros 100 litros por persona y día, mantener la tarifa para quienes no exceden los 250 litros (límite máximo del Plan Hidrológico) y “multiplicarla por mucho” para quienes superen esta cantidad, con el objetivo de desincentivar el exceso de consumo.
“Racionalizar el consumo ayudaría a solucionar el problema de fondo“, apuntan los ecologistas, quienes también sugieren solicitar permiso a Recursos Hídricos para instalar contadores inteligentes en los pozos del municipio.
El GOB propone además como medida a corto plazo la recuperación de las fuentes públicas con agua tratada, “con todas las garantías de salubridad”, para dar servicio a la población que no desea o no puede recurrir a agua embotellada.
El agua embotellada resulta entre 500 y 1.000 veces más cara que la de grifo y genera una gran cantidad de residuos, por lo que, por sostenibilidad, interesa que el agua suministrada sea potable.
El GOB aclara que el exceso de nitratos no impide el uso del agua para ducharse, lavar comida o hervir pasta, sino que afecta solo a la ingesta directa, especialmente en colectivos vulnerables como bebés y embarazadas. EFE