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Una desaladora en el levante menorquín no tiene relación con fomentar el desarrollo urbanístico

Juan Manuel Lafuente señala que las normas urbanísticas regulan los crecimientos poblacionales, no la proyección de una nueva desaladora

Juan Manuel LaFuente en primer plano
Juan Manuel LaFuente en primer plano
Foto: Govern de les Illes Balears

El conseller Juan Manuel Lafuente subrayó en una reciente entrevista en Radio Menorca la importancia de las inversiones planificadas para el ciclo del agua en la isla, destacando que una futura desaladora en el levante menorquín busca garantizar un suministro hídrico sostenible y no está vinculada al desarrollo urbanístico. Lafuente enfatizó que las normas urbanísticas vigentes son las responsables de regular el crecimiento poblacional y los usos del suelo, dejando claro que la infraestructura hídrica no tiene como propósito incentivar la expansión urbana.

Un plan integral para mejorar el ciclo del agua

Entre las iniciativas anunciadas por el conseller se incluyen la mejora y mantenimiento de las depuradoras existentes, avances en municipios como Sant Lluís y Es Mercadal, así como la reutilización de agua en Es Migjorn Gran y Sant Lluís. Además, destacó la necesidad de conectar la desaladora de Ciutadella con los depósitos de Es Caragolí y revisar la depuradora de Binidalí junto con su correspondiente conexión. Estas actuaciones forman parte de un plan integral destinado a optimizar el uso y la gestión del agua en la isla.

Para 2025, se espera completar estos proyectos, incluyendo el desarrollo de un proyecto para una nueva desaladora en el levante menorquín. Según explicó Lafuente, esta instalación permitirá reducir la dependencia de los pozos, que en los últimos años han mostrado problemas tanto de cantidad como de calidad de agua, amenazando el suministro futuro en la zona.

Inversión histórica en recursos hídricos

El Govern balear ha destinado un presupuesto histórico de 288 millones de euros para 2025 a la gestión del ciclo del agua, una cifra que incluye 135 millones provenientes del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS). Este monto supone un incremento del 216% respecto al año anterior y se destinará a una serie de proyectos estratégicos que incluyen saneamiento, depuración, reutilización de aguas regeneradas y la protección del dominio público hidráulico.

Lafuente destacó que esta asignación refleja un compromiso firme con la sostenibilidad y la resiliencia frente a los efectos del cambio climático. “Cada euro invertido en recursos hídricos es una apuesta por la calidad de vida de los ciudadanos y la sostenibilidad económica de nuestras islas”, afirmó el conseller durante su presentación en el Parlament.

Infraestructuras resilientes y sostenibilidad

El proyecto de la desaladora en el levante menorquín es solo una pieza del amplio esfuerzo para mejorar la gestión hídrica. Además, se contempla la ampliación de la desaladora de Alcúdia, la conexión de municipios a redes de agua en alta y la modernización de estaciones depuradoras en diferentes puntos del archipiélago. Estas acciones están diseñadas no solo para atender las necesidades actuales, sino también para anticiparse a desafíos futuros derivados de la crisis climática y el crecimiento demográfico controlado.

Entre otras inversiones destacadas se incluye la partida de 17,1 millones de euros destinada al mantenimiento y conservación de torrentes, un incremento significativo que busca minimizar riesgos de inundaciones en episodios de lluvias intensas. También se contempla la implementación de programas de reutilización de aguas regeneradas, con una partida específica de 4,4 millones de euros, y mejoras en las infraestructuras hidráulicas y de saneamiento.

Prioridad en la sostenibilidad hídrica

El conseller Lafuente aclaró que las decisiones en torno a infraestructuras hídricas responden exclusivamente a la necesidad de garantizar recursos sostenibles para la población, no a motivaciones urbanísticas. Aseguró que el Govern trabaja en el marco de las normativas existentes para evitar la presión sobre los acuíferos y preservar el equilibrio medioambiental.

Con una planificación que contempla tanto el presente como el futuro, Menorca se encamina hacia un modelo de gestión del agua que busca combinar eficiencia, sostenibilidad y resiliencia. La nueva desaladora proyectada para el levante no solo será un paso clave en esta dirección, sino que también reafirma el compromiso del Govern con el bienestar de los menorquines y la protección de su entorno natural.


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