Vox ha dado por rotas sus relaciones políticas con el Govern balear del PP y no apoyará los presupuestos autonómicos del Ejecutivo de Marga Prohens de 2025 si el castellano no tiene en la educación de Balears la misma consideración que el catalán y esta lengua deja de ser la vehicular.
El PP ha respondido de manera inmediata que “el Govern de Marga Prohens no aceptará ningún tipo de chantaje” y ha subrayado que bajo ningún concepto eliminará el catalán como lengua preeminente en los centros educativos.
La crisis entre los antiguos socios de gobernabilidad se materializó en la reunión de la ponencia del Parlament de este martes, cuando el partido de Santiago Abascal votó en contra de los presupuestos de 2025, lo que supone su paralización. El distanciamiento entre ambos partidos se ha agravado este miércoles tras la reunión de la Junta de Portavoces.
“Nos sentimos absolutamente traicionados”, ha afirmado la portavoz parlamentaria de Vox, Manuela Cañadas, que ha dejado claro que “la línea roja” de su partido para apoyar los presupuestos es que el castellano “deje de ser menospreciado” en las islas, como en su opinión sucede hasta ahora.
Me siento engañada, dolida y traicionada
Cañadas ha acusado al PP y, en concreto, al conseller de Educación, Antoni Vera, de “no querer ceder en nada, ni una coma”, pero “ahora tendrá que sentarse” a negociar porque los votos de Vox son necesarios para aprobar las cuentas del próximo año, ha enfatizado.
“Me siento engañada, dolida y traicionada”, ha insistido la diputada, quien ha asegurado que los actuales 6 diputados de Vox (al inicio de la legislatura eran 8) exigen de manera unánime un reconocimiento igualitario del castellano y el catalán en los colegios.
El portavoz del PP en el Parlament, Sebastià Sagreras, ha rechazado con rotundidad la exigencia de Vox, por lo que ha dado por hecho que no se podrán aprobar los presupuestos autonómicos de 2025, si bien ha pedido “sentido de Estado” a todos los grupos de la cámara, también a los de la oposición, para sacar adelante las cuentas de 2025.
Sagreras ha recordado que Vox también se opuso inicialmente el año pasado a los presupuestos del PP, pero al final votó a favor, y ha apostado por continuar negociando porque los “ciudadanos no entenderían que unos presupuestos tan buenos” no salgan adelante.
La ruptura se gestó la pasada semana: los diputados del PP se equivocaron al votar, aprobaron sin querer 34 enmiendas de Vox a la Ley balear de Simplificación Administrativa y pidieron repetir la votación, pero Vox se negó.
Entre esas 34 enmiendas, que aún no han entrado en vigor, figuran que el catalán no sea un requisito ineludible para trabajar en la administración pública, que en colegios e institutos se emplee el catalán y el castellano en una proporción del 50 % y permitir proyectos urbanísticos en espacios naturales protegidos.
Tras la equivocación de su grupo, el Govern anunció un decreto ley con el propósito de dejar sin efecto esas enmiendas, a lo que Vox se niega. EFE