He tenido la fortuna de poder viajar unos días a Perú, un país realmente sorprendente. Cuando llegamos a su capital, Lima, con algo más de 10 millones de personas viviendo allí, nos encontramos con un caos de tráfico y viviendas a medio construir.
No obstante, al contrario que en otros países latinos, me encontré con un país limpio, con unos jardines cuidados y un lugar muy cercano.
Pero lo más sorprendente para nosotros, fue la amabilidad de sus habitantes, personas muy educadas, respetuosas y serviciales.
En los restaurantes, bares, cafeterías, comercios y hoteles, todo el mundo es extremadamente cuidadoso, con un trato exquisito y con modales refinados.
Es curioso que nos sorprendiera tanto el gran servicio que ofrece este país, pero es muy cierto que, en comparación con lo que nos encontramos hoy en día en España, la diferencia es monumental.
Al llegar a Cuzco, hice lo que suelo hacer habitualmente, ponerme a hablar con el taxista, quien me explicó que esa amabilidad viene del amor que sienten por la Pachamama.
Los peruanos sienten que deben Amar a la madre tierra, la Pachamama y todos los frutos que de ella obtienen, porque solo de esta manera podrán recibir de ella su beneplácito.
¨La Pachamama, nos lo da todo y nosotros debemos venerarla con nuestro trabajo diario, si maltratamos a los turistas que nos dan de comer, seremos castigados por la Pachamama y por el Pachapapa, el padre Cielo”.
Según esta cultura, los seres humanos somos los guardianes de este legado que nos han dejado, “La Naturaleza”, la cual provee de alimento y bienes, para que no nos falte de nada.
Ellos cuidan de nosotros y nosotros debemos honrarles cuidando de la Naturaleza y de los seres que habitan en ella, los animales, las plantas y las personas.
¿Se imaginan que en España pudiéramos pensar así, cómo cambiaría todo?
Obviamente también allí habrá personas que no lo piensen, yo no me las he encontrado.
Si todos consiguiéramos ser de esa manera, la vida sería mucho más cómoda y confortable y de seguro que los niveles de depresión que aumentan día tras día en nuestra enferma Europa, disminuirían.
Cuando mis amigos peruanos me hablaban de la diferente energía de su país, se referían a esto, un país donde parece faltarles muchas cosas económicamente, donde el 80% de la economía es sumergida, pero que son felices en ese estado, porque se sienten agradecidos con lo que tienen cada día.
Todo ello me hace pensar que, tal vez, los equivocados somos nosotros, en un país donde cada día cuesta más llegar a final de mes y nos hemos empobrecido económica y moralmente.
Allí se respira tranquilidad y paz mental, en las calles de Cuzco volví a sentir la Paz que antaño se respiraba en nuestro país, cuando el miedo no estaba instaurado entre la población.
Sentimos miedo por vivir, porque hemos dejado de Amar a la Pachamama y al Pachapapa y hemos olvidado quienes somos.
Ese miedo nos inunda el alma y nos hace ser seres desagradecidos con lo que tenemos y angustiados con tener cada día más y más para ser más pobres en el Alma.
Gracias Pachamama por permitir conocer el centro de tu energía, Perú un lugar maravilloso del que aprender.