Todos conocemos la importancia de las vitaminas en la salud: para que el cuerpo humano funcione como debe, éstas son imprescindibles. De allí la importancia de mantener un equilibrio vitamínico adecuado a través de una dieta apropiada que contemple sus características y sus implicancias en nuestro bienestar general.
Hoy pondremos el foco en el grupo B, más precisamente, en la tiamina (vitamina B1) y la niacina (vitamina B3).
Aunque ambas pertenecen al grupo de las vitaminas B y son esenciales para el metabolismo energético, existen algunas diferencias clave entre ellas en cuanto a sus funciones, fuentes y beneficios. Veamos en detalle de qué se trata.
Diferencias clave entre la tiamina y la niacina
Fuentes
● Podemos encontrar ambas vitaminas en alimentos de origen animal y vegetal, pero la tiamina se encuentra principalmente en alimentos como cereales integrales, nueces, legumbres y algunas carnes, particularmente de cerdo.
● La niacina, por su parte, puede ser sintetizada en el cuerpo a partir del aminoácido triptófano, que podemos encontrar alimentos ricos en proteínas como el pescado, pollo, pavo y huevos.
Beneficios
Ambas vitaminas tienen claros beneficios para el organismo, aunque no son exactamente los mismos.
Por un lado, la presencia de tiamina asegura el buen funcionamiento del sistema nervioso porque soporta el metabolismo de los neurotransmisores, lo que permite a los nervios trasmitir una señal de uno a otro. Pero esto no es todo, ya que también impulsa la función cardíaca y muscular.
Por otro, la niacina es responsable del metabolismo de energía, y mantiene la piel sana. Y esto es solo el comienzo, ya que se cree que la B3 puede reducir el colesterol, mejorar la salud del corazón, y regular también el proceso de división de células.
Función
La principal característica de la tiamina se encuentra en su capacidad de convertir los carbohidratos en glucosa, que es la fuente de energía que el cuerpo necesita para funcionar.
Por su parte, la niacina tiene como principal función la de convertir los carbohidratos, grasas y proteínas en energía, y también participa en la reparación del ADN.
Deficiencia
Ahora bien, ¿qué sucede cuando escasea la presencia de ambas vitaminas en nuestro organismo?
La deficiencia de tiamina puede provocar el beriberi, que afecta al sistema nervioso y cardiovascular. Algunos de sus síntomas son pérdida de apetito, fatiga, debilidad muscular y pérdida de peso.
Mientras tanto, la deficiencia de niacina provoca pelagra, que afecta tanto al sistema digestivo como al nervioso, incluso a la piel. Sus síntomas incluyen trastornos digestivos y debilidad corporal, entre otros.
Como hemos visto, tanto la tiamina como la niacina son vitaminas esenciales para la salud. Sin embargo, sus funciones son distintas en el organismo, como también lo son sus beneficios y las fuentes de donde podemos incorporarlas.
Mientras que la tiamina o vitamina B1 se centra en el metabolismo de los carbohidratos y el funcionamiento del sistema nervioso, la niacina o vitamina B3 tiene un impacto más amplio, que abarca desde el metabolismo de macronutrientes hasta la salud cardiovascular.
Por eso, estar pendiente de los niveles de vitaminas de tu cuerpo y suplementarios en caso de que haga falta es clave para mantener tu salud en un nivel óptimo en todo momento.