Según datos de octubre de este año facilitados por la Dirección General de Tráfico (datos nacionales) aumenta casi un 10% el porcentaje de conductores denunciados por usar el teléfono móvil al volante.
En esta ocasión, el 42,7% de los conductores denunciados lo fue por conducir sujetando el teléfono móvil con la mano, frente al 33,1% de la campaña de octubre de 2023. De 553.651 vehículos controlados, se impusieron 8.618 denuncias.
Conducir sujetando el móvil con la mano sigue encabezando la lista de sanciones, a pesar de la multa de 200 euros y la retirada de seis puntos del carnet que esta acción conlleva desde la reforma de la Ley de Seguridad Vial en marzo de 2022.
La distracción causada por el móvil no solo es una de las principales causas de sanción, sino también un factor determinante en muchos accidentes de tráfico. En 2023, España registró 1.048 siniestros mortales que dejaron un saldo de 1.145 fallecidos y 4.495 heridos graves. Según la DGT, el uso del móvil al volante puede cuadruplicar el riesgo de sufrir un accidente, una estadística que pone en evidencia la gravedad de esta imprudencia. Ya no sólo se trata de contestar una llamada o realizarla, tiene cada vez más relevancia la mensajería instantánea tipo Whatsapp.
Prácticas comunes con el móvil al volante
El mal uso del móvil incluye diversas acciones de riesgo que, aunque parecen inofensivas, implican distracciones que pueden tener consecuencias fatales. Entre las prácticas más habituales están:
– Escribir o leer mensajes de texto.
– Consultar el GPS sin detenerse.
– Hablar por el móvil sin utilizar el manos libres.
– Grabar vídeos o tomar fotografías.
– Escuchar música mientras se manipula el dispositivo.
Según una encuesta realizada por el RACE, BP y Castrol, más del 99% de los conductores reconocen el riesgo de estas prácticas, especialmente chatear o enviar mensajes. Sin embargo, estas conductas siguen repitiéndose, a menudo subestimando el peligro real que representan.
La distancia de la distracción
El impacto de las distracciones al volante puede medirse en metros y tiempo. Por ejemplo, escribir un mensaje mientras se conduce a 120 km/h equivale a recorrer 660 metros sin prestar atención a la carretera. Incluso acciones aparentemente menores, como ajustar la radio o encender un cigarrillo, pueden generar distracciones de más de 200 metros, una distancia suficiente para provocar un accidente.
Multas y consecuencias legales
Conducir sujetando el móvil está tipificado como una infracción grave en el artículo 18.2 del Reglamento General de Circulación. Además de la multa económica de 200 euros, los conductores pierden seis puntos de su carnet. Si la manipulación del móvil ocurre mientras está colocado en un soporte, la sanción es de tres puntos.
Aunque el pago anticipado de la multa puede reducir su cuantía a 100 euros, la pérdida de puntos no varía, lo que refuerza el objetivo disuasorio de la normativa.
Alcohol, drogas y distracciones: una combinación letal
El año pasado, las campañas de control preventivo de la DGT detectaron a más de 1.200 conductores que, además de estar distraídos al volante, conducían bajo los efectos del alcohol, y a cerca de 900 que habían consumido drogas. Estas conductas aumentan aún más la peligrosidad de las distracciones y agravan el riesgo de accidentes. Las comidas o cenas de Navidad que se producen estos días son un campo abonado para que muchos conductores imprudentes den positivo en los controles que la DGT programa para estas fechas.
La lucha contra las distracciones
Entidades como la DGT y el RACE trabajan para sensibilizar a los conductores y reducir los accidentes de tráfico. Sin embargo, el incremento de sanciones relacionadas con el uso del móvil demuestra que queda mucho por hacer. Conducir requiere plena atención, y cada decisión tomada al volante puede marcar la diferencia entre la seguridad y el desastre.
La mejor forma de evitar sanciones y accidentes es mantener el móvil fuera de alcance mientras se conduce. La seguridad de todos depende de ello.