La basílica de Santa Maria de Maó acogió esta tarde el Cant de la Sibil·la, una representación religiosa que procede de la Edad Media en la que una profetisa anuncia la llegada de Dios a la Tierra. El canto, con claras raíces paganas, llegó a estar prohibida por la Iglesia, pero la tradición permitió preservar este tesoro cultural que ahora es Patrimonio de la Humanidad. En el caso de Maó, la soprano Maria Camps interpretó de nuevo a la Sibil·la mientras Tomé Olives tocaba el órgano y Vicent García la trompeta. Al terminar esta representación, tuvo lugar un concierto navideño con interludios compuestos por Tomé Olives junto a un terceto vocal formado por la soprano Noemí Anglada, el tenor Arturo Gener y el barítono Joan Taltavull.
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