Por supuesto.
Vayamos con las ideas claves: Ya saben que todos estamos pre-depresivos y que no existe una personalidad depresiva. Así como que deben de mentalizarse porque la experiencia depresiva la podemos tener todos y todas.
También todos ustedes saben que las depresiones suelen tener un influencia estacional (con reagudizaciones en otoño y primavera), pero hoy toca hablar de la depresión invernal, que es un tipo de depresión, que afecta sobre todo a las mujeres, que empieza en noviembre, empeora con los duelos, el síndrome desadaptativo navideño y remite en primavera. Este cuadro depresivo se llama trastorno afectivo estacional.
Está relacionado con la des-sincronización de los ritmos circadianos (menos luz más oscuridad) y con un sustancia que se llama melatonina. Los relojes o animostatos internos cerebrales se desregulan. Duermen más de lo habitual, se sienten fatigadas y cansadas, con poca energía, peor por las tardes, se sienten fácilmente rechazadas, tienden a comer vorazmente sobre todo hidratos de carbono y son muy sensibles o reactivas al cambio de ambiente.
No se olviden: nunca pidan perdón por sufrir una depresión. Es muy importante aceptar la depresión. Uno no es culpable de deprimirse, aunque es corresponsable con ayuda especializada de comprometerse a colaborar con el tratamiento indicado.
No debemos mutilar nuestra autoestima (ya muy lastimada por la propia depresión), porque estamos deprimidos. No debemos autoexigirnos lo que no podemos. No debemos apelar a la voluntad para intentar controlar nuestra depresión.
La familia que sufre con su pariente deprimido precisa dosis altas de paciencia y compresión para adaptarse adecuadamente. No lo deben, culpabilizar o pedirle lo que no puede hacer. Aprovecho para recordar a las familias de los que padecen una depresión que tienen que abstenerse del famoso “pon de tu voluntad”, que solo consigue culpabilizar y hundir en la miseria psicológica de la incomprensión a los pacientes.
Estas depresiones suelen responder muy bien a los antidepresivos y a la fototerapia, por lo que se recomienda caminar una hora diaria, con sol y sin gafas protectoras.
Ya saben, si tienen una depresión , pidan ayuda. La necesitan. No la vivan en soledad y abrumados por la vergüenza o la culpa. Están mal pero con ayuda médica o psicológica y el soporte de la familia y de los amigos, tienen muy altas probabilidades de recuperarse.