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Con esta fórmula se puede calcular cuál es el peor día del año…

... y el resultado dice que es el próximo lunes

Un mal lunes
Un mal lunes
Foto: Pixabay

El tercer lunes de enero ha sido bautizado como el Blue Monday o “lunes triste”, un concepto que señala este día como el más deprimente del año. Aunque la idea puede parecer curiosa o incluso divertida, su origen está envuelto en la polémica y la pseudociencia. Un Sant Antoni pasado por agua, la cuesta de enero, la gripe que acecha. No pongamos los noticieros para deprimirnos más porque no hace falta. Quizás haya algo de razón en quien acuñó el término.

El término fue utilizado por primera vez en 2005 en una campaña publicitaria de la agencia de viajes Sky Travel, que buscaba animar a las personas a reservar vacaciones tras un descenso en sus ventas. Según afirmaban, el “Blue Monday” era resultado de una fórmula matemática diseñada para identificar el día más triste del año. Sin embargo, esta ecuación, publicada en un comunicado de prensa redactado por la agencia de comunicación Porter Novelli, carece de bases científicas.

El origen de la ecuación
La fórmula original, atribuida a Cliff Arnall, entonces profesor asociado al Centro de Aprendizaje Lifelong de la Universidad de Cardiff, incluía variables como el clima, las deudas, el tiempo transcurrido desde Navidad y los niveles de motivación, entre otros factores. Sin embargo, las unidades de medida no se definieron y la ecuación fue duramente criticada por su falta de rigor.

En 2006, el columnista Ben Goldacre, de The Guardian, denunció que el comunicado con la fórmula ya había sido escrito por Porter Novelli y ofrecido a varios académicos a cambio de dinero para que añadieran su nombre como firmantes. Más tarde, la Universidad de Cardiff aclaró que Arnall era un antiguo profesor a tiempo parcial que ya no trabajaba en la institución desde 2006.

¿Qué mide el Blue Monday?
A lo largo de los años, la fórmula ha sufrido modificaciones, pero ninguna de sus versiones ha conseguido validación científica. Una de las versiones posteriores incluyó factores como:
– W: Tiempo atmosférico.
– D: Deudas acumuladas tras las fiestas navideñas.
– d: Sueldo mensual.
– T: Tiempo transcurrido desde Navidad.
– Q: Momento en que se abandonan los propósitos de Año Nuevo.
– M: Niveles de motivación.
– Na: Sensación de necesidad de acción.

El día más triste se mide así

Hay quien lee el horóscopo, consulta a astrólogos o directamente acude a un psicólogo si espera encontrar un sentido a todo esto. Pero la coincidencia en el tiempo de factores adversos siguen sin tener base científica. Si hubiéramos tenido un Sant Antoni soleado a más no poder, si no estuviéramos ahogados por la inflación y los números en rojo, si los virus no nos encuentraran ni de por casualidad, seguiríamos encontrando que la fórmula apunta a un lunes triste aquí y en cualquier otro lugar del planeta. Ni las variables ni las operaciones matemáticas entre ellas tienen sentido práctico o metodológico, según han señalado expertos como Dean Burnett, neurocientífico de la Universidad de Cardiff, quien describió la fórmula como una “farsa”.

Un fenómeno más comercial que científico
Pese a su falta de base científica, el concepto del Blue Monday ha sido adoptado por diversas empresas, desde marcas de bebidas alcohólicas hasta minoristas de agua embotellada, como un reclamo publicitario para captar la atención de los consumidores.

Sin embargo, el Blue Monday también ha sido objeto de críticas desde la comunidad científica y algunos sectores sociales, que señalan que trivializa problemas serios como la depresión y otras condiciones de salud mental. Hace sólo unos pocos días que desde el Consell lanzaban una programación anual para proponer actividades que no estigmaticen la salud mental. Si el Blue Monday nos hace reflexionar sobre nuestra salud mental quizás tenga algo positivo.

Más allá del mito
Aunque el próximo lunes sea señalado como el día más triste del año, los expertos sugieren que el bienestar emocional no puede determinarse por fórmulas simplistas ni por fechas arbitrarias. Por el contrario, los especialistas recomiendan aprovechar este tipo de fechas para reflexionar sobre la importancia de cuidar la salud mental y fomentar el autocuidado.

Con su origen comercial y su carencia de rigor, el Blue Monday se ha convertido más en una curiosidad cultural que en un fenómeno científico. Sin embargo, su persistencia en el imaginario colectivo sigue generando debates sobre cómo abordamos el concepto de felicidad y tristeza en nuestras vidas.


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