El Avarca de Menorca ya está fuera de Europa, pero se marcha con la cabeza bien alta tras ofrecer un partidazo en Blaj (Rumanía) ante el Alba y un pabellón lleno de aficionados locales que festejaron el triunfo a lo grande, pues vieron lo mucho que les costó a las rumanas. El marcador final de 3-0 no refleja ni de lejos la lucha titánica que ofrecieron ambos equipos. Cabe recordar que en la ida el Alba ya se impuso 0-3. El primer set empezó con un ligero dominio local (8-5) que siempre venía seguido de una remontada de las de Bep Llorens (11-10). Parecía que el Alba volvía a escaparse (15-13) y el Avarca les igualaba (16-16). Un 22-18 en el tramo final del parcial parecía que lo iba a sentenciar, pero las menorquinas seguían haciendo la goma (22-21). Con este marcador, el técnico local, Guillermo Naranjo, pidió un tiempo muerto que le fue muy útil pues un parcial de 3-0 sentenciaba el set (25-21) aunque con un innegable sufrimiento. En el segundo asalto, las locales le vieron las orejas al lobo y apretaron para sentenciar la eliminatoria lo antes posible. Pronto lograron una renta cómoda (6-2) y siempre se manejaron con una diferencia en torno a los cuatro puntos. El Avarca trató de acercarse (11-8) pero nunca pudo igualar el luminoso. Se entró en la parte decisiva con un claro 20-15 y el Alba no desaprovechó la oportunidad para anotarse el set por 25-16 y dejar cerrada la eliminatoria. El tercer parcial fue de máxima igualdad desde el inicio (1-1). Las locales querían acabar por la vía rápida, pero el orgullo menorquín quería demostrar su nivel y anotarse, al menos, un set. El Alba cogió cierta ventaja (5-2) para ver como el Avarca no se arrugaba y empataba (7-7). Las rumanas parecían escaparse con un claro 17-11 sólo para toparse con unas isleñas que iban a por todas (21-20). Este equilibrio de fuerzas se mantuvo hasta el final. Con 23-22 en el marcador, el entrenador del Alba pidió tiempo para tratar de finiquitar el choque… y lo logró con el 25-22 final. Pero también con la sensación de que el Avarca es todo un hueso duro de roer en Europa. |