Menorca ha brillado con luz propia en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) de Madrid gracias a un menú especial diseñado para la ocasión por el reconocido chef Patrick James. Este cocinero, diplomado en la prestigiosa “École d’Hotellerie de Granville” en Francia, ha llevado a los asistentes en un viaje gastronómico a través de los sabores más auténticos de la isla balear, combinando productos locales con un toque de sofisticación y sus vivencias internacionales.
Patrick James, conocido por su pasión por la cocina y su espíritu viajero, ha trabajado en destinos tan diversos como Islas Mauricio, Guernsey, Londres, Marruecos, Holanda y Dinamarca. En cada uno de ellos, ha absorbido influencias culinarias que posteriormente plasma en sus creaciones, siempre manteniendo un fuerte arraigo a sus raíces francesas y a los productos de proximidad de Menorca. Elige siempre ingredientes frescos, de primera calidad, y en gran parte de producción local, de los payeses de la isla. El cocinero destaca la importancia de apoyar a los productores locales en sus propuestas gastronómicas.
En FITUR, James presentó este viernes un menú que no solo destaca por su calidad, sino también por su representación de la riqueza culinaria menorquina. El recorrido empezó con un croquemonsieur de cuixot/camot (un embutido típico de la isla) con queso de Mahón, una combinación que une la tradición francesa con uno de los productos más emblemáticos de Menorca. A este le siguió una refrescante crema de limón, realzada con gin de la isla, una bebida que cuenta con siglos de historia y es símbolo de Menorca.
El chef también sorprendió con un parmentier elaborado con ternera de la raza autóctona “vedella vermella de Menorca”. Esta carne, apreciada por su calidad y sabor, refleja el esfuerzo de los ganaderos locales por preservar las tradiciones. Otro de los platos destacados fue una mahonesa –elaborada con aceite de oliva virgen extra de Menorca–, un ingrediente que recientemente ha obtenido la Indicación Geográfica Protegida (IGP), consolidando su lugar en el panorama gastronómico internacional.
El menú culminó con una formatjada de cordero de Menorca, un guiño a las raíces más auténticas de la isla. Este plato tradicional, con un toque moderno, fue el broche de oro para una experiencia que dejó a los asistentes con ganas de más.
FITUR no solo fue una oportunidad para promover el turismo en Menorca, sino también para destacar su oferta culinaria como un atractivo en sí mismo. Patrick James, con su experiencia y creatividad, demostró que Menorca no solo es un paraíso natural, sino también un destino gastronómico de primer nivel.
Con platos que combinan tradición, innovación y los mejores productos locales, Menorca sigue posicionándose como un referente en el panorama turístico y culinario. Y es que, como Patrick James dejó claro, la cocina es una forma de contar historias, y Menorca tiene muchas que compartir.