Ante la situación por la que atraviesa actualmente la industria del automóvil, nos preguntamos si comprar un coche diésel en 2025 sigue siendo una opción válida o sería una pérdida de dinero. A partir del 1 de enero, el precio del gasóleo en España ha subido, eliminando una de las principales ventajas que tenía sobre la gasolina.
La industria del automóvil está inmersa en una transición hacia la electrificación, aunque el proceso será más largo de lo esperado. En este contexto, muchos conductores se plantean si un coche diésel sigue siendo una compra acertada. No hay una respuesta sencilla, ya que dependerá de las necesidades del usuario y del tipo de uso que se le dé al vehículo.
El momento del diésel
Durante décadas, los coches diésel fueron la opción preferida en Europa, especialmente en España. En 1999, las ventas de estos vehículos superaron por primera vez el 50% del total de matriculaciones, alcanzando su pico en 2007 con un 71%. Sin embargo, a partir de 2013, su popularidad cayó drásticamente, agravada por el escándalo de Volkswagen en 2015.
En 2023, los coches diésel representaron apenas el 12,5% de las matriculaciones y en 2024, la cifra ha descendido a menos del 10%. Esto ha llevado a muchas marcas a reducir o incluso eliminar sus opciones diésel, impulsando la adopción de vehículos electrificados como los híbridos y los modelos 100% eléctricos.
Medidas contra el diésel
Las administraciones, tanto europeas como nacionales, han impulsado regulaciones que dificultan la continuidad de los motores diésel. Se han endurecido las restricciones en Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), lo que ha llevado a muchos conductores a optar por vehículos con etiqueta ECO o CERO, que gozan de beneficios fiscales y exenciones en determinadas áreas urbanas.
Si tienen que comprar un coche hoy en Menorca, ¿sería diesel?
Quien hace muchos kilómetros aún puede optar por el diesel, aunque en la isla no es fácil hacer rodar tanto un coche. Podemos decir que siguen siendo la mejor opción para vehículos grandes y pesados, como todoterrenos y SUV. Siendo Reserva de la Biosfera quizás debería ser un punto a favor de aparcar estas motorizaciones.
Por otro lado, los avances en tecnologías de reducción de emisiones han permitido que algunos modelos diésel obtengan la etiqueta ECO de la DGT. Algunos fabricantes ofrecen motores diésel electrificados con sistemas de 48V, lo que permite reducir ligeramente el consumo y mejorar su consideración ambiental.
A pesar del cerco regulatorio, los coches diésel no desaparecerán de inmediato. Su eficiencia y autonomía siguen siendo atractivas para ciertos conductores, especialmente aquellos que recorren largas distancias, no tanto para una isla de apenas 50 kilómetros. Sin embargo, el aumento del precio del gasóleo y las restricciones ambientales podrían hacer que cada vez más personas opten por alternativas electrificadas. En definitiva, la compra de un diésel en 2025 seguirá teniendo sentido para algunos, pero su relevancia en el mercado continuará disminuyendo progresivamente.