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El mar balear alcanzó en 2024 una temperatura media de 20.2º C, el tercer año más cálido

La temperatura media registrada en enero de 2025 ha sido de 17º C, lo que supone 1.3º C más de lo normal,

Peces extraños.
Peces extraños.
El calentamiento del Mediterráneo permite ver en nuestras aguas especies impropias de estas latitudes como este 'lloro verd' que fotografió Paula López.

Palma, 24 feb (EFE).- La temperatura superficial del mar balear alcanzó en 2024 una media anual de 20.2 grados, su tercer año más cálido, según las mediciones realizadas mediantet el Sistema de Observación y Predicción Costero de las Islas Baleares (ICTS SOCIB).

Los registros de este organismo muestran el aumento progresivo de la temperatura superficial del mar en ciertas zonas del Mediterráneo.

En las Islas Baleares, la temperatura superficial del mar ha aumentado un 0.4º C por década desde el año 1982, siendo 2024 su tercer año más cálido.

En concreto, la boya ‘Dragonera’, operada por Puertos del Estado, alcanzó un récord de 31.8º C el 12 de agosto del año pasado, evidenciando así las condiciones extremas observadas en el Mediterráneo.

Esta tendencia de calentamiento persiste en 2025: enero ha sido el mes de enero más cálido a nivel global con una temperatura media de 13.23° C, correspondiendo a 0.79° C por encima del promedio de 1991-2020.

En el Mediterráneo, la temperatura oceánica media registrada en enero de 2025 ha sido de 17º C, siendo 1.3º C más de lo normal, reflejando la continuidad de esta anomalía térmica en la región.

La ICTS SOCIB ha informado este miércoles en un comunicado sobre la monitorización de los cambios extremos de temperaturas en el año 2024 en el Mediterráneo, con temperaturas sin precedentes, olas de calor marinas prolongadas y un aumento en el nivel del mar y la salinidad.

En 2024 se registró un aumento récord en la temperatura media anual del Mediterráneo, superando en 1.55º C la media histórica registrada desde 1982.

De acuerdo con las herramientas de la ICTS SOCIB, 2024 fue el año más cálido en la cuenca oriental (22.3º C) y el tercero en la occidental (20º C).

Además, el invierno de 2024 fue el más cálido jamás registrado en la cuenca occidental (15.6º C). En la oriental, tanto el invierno (17.7º C) como la primavera (21.4º C) y el verano (27.9º C) alcanzaron temperaturas estacionales récord.

Estas temperaturas extremas estuvieron asociadas con récords de 205 días de olas de calor marinas en la cuenca occidental y 288 días en la oriental.

La oceanógrafa de SOCIB Mélanie Juza ha destacado el papel fundamental de las aplicaciones web del SOCIB. Se basan en datos satelitales y observaciones in situ y proporcionan información clave sobre la variabilidad del océano.

Estas herramientas permiten detectar eventos extremos y analizar tendencias a largo plazo, ha explicado.

Además, estas herramientas han permitido observar un récord en la salinidad de la superficie del mar Mediterráneo oriental (38.9 psu) y un ascenso continuo del nivel del mar, con un incremento promedio de 3,3 cm por década desde 1993.

Estas herramientas son fundamentales para comprender el impacto del cambio climático en el Mediterráneo y sus implicaciones para los ecosistemas y las comunidades costeras, ha declarado el director del ICTS SOCIB Joaquín Tintoré.

Por otra parte, las olas de calor marinas son periodos prolongados de temperaturas oceánicas extremas.

Según la definición ampliamente utilizada por la comunidad internacional, se considera una ola de calor marina cuando la temperatura de superficie del mar está por encima del 90 % de los datos históricos durante al menos 5 días consecutivos.

En 2024, las olas de calor marinas mostraron variaciones significativas en intensidad y duración en diferentes regiones.

En el Mar de Alborán, las anomalías alcanzaron picos de hasta 7.22 º C respecto al periodo 1982-2015, mientras que en el sur de Levante, la duración máxima fue de 303 días. En el sur del Jónico, estas olas de calor persistieron durante todo el año.

Los récords registrados en 2024 en temperatura, salinidad y nivel del mar en el Mediterráneo tienen implicaciones significativas para la biodiversidad, el funcionamiento de los ecosistemas y los servicios que estos proporcionan a las comunidades humanas, según los expertos.

Cambios como la intensificación de la estratificación oceánica, el aumento de la temperatura y los eventos térmicos extremos afectan a procesos esenciales como el intercambio de nutrientes y oxígeno, lo que afecta a los hábitats marinos.

Las olas de calor marinas han impactado a especies clave como la Posidonia oceanica, fundamental para la biodiversidad y la protección costera y han contribuido al blanqueamiento de corales.,

Estos fenómenos no solo afectan a los ecosistemas, sino que también impactan en sectores clave de la economía azul, como la pesca y el turismo, mientras que el ascenso del nivel del mar agrava la vulnerabilidad de las comunidades costeras frente a tormentas y erosión.

Además, el calentamiento oceánico supone riesgos para la salud humana, como la proliferación de algas nocivas y enfermedades infecciosas, además de la posible disminución de recursos pesqueros.

Estas amenazas se suman a los impactos de la contaminación, la sobrepesca y la urbanización, intensificando la presión sobre los ecosistemas y las comunidades costeras.


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