He leído con atención la carta publicada por el PSOE Es Castell sobre el futuro Centro Integrado de Formación Profesional y no puedo sino mostrar mi asombro ante la falta de rigor y la distorsión interesada de la realidad que en ella se plantea. Es Castell merece una política basada en la verdad, el respeto y el consenso, no en la manipulación y el enfrentamiento estéril.
Es curioso que quienes gobernaron en la pasada legislatura desde la imposición y el silencio hacia la oposición, ahora vengan a dar lecciones de defensa del municipio. Recordemos que durante su mandato no se celebró ni una sola reunión con la oposición para hablar del instituto. Se nos excluyó del debate y únicamente se nos permitió asistir, como un espectador más, a la presentación propagandística del proyecto a finales de 2022, justo antes de las elecciones. ¿Eso es lo que entienden por participación?
Frente a esa actitud, nuestro equipo de gobierno ha apostado desde el primer día por el diálogo y el consenso. No ha sido la Conselleria quien ha impuesto un nuevo formato para el CIFP. Como alcalde fui yo quien propuso la necesidad de reflexionar y buscar un modelo realista y adaptado a las necesidades de los estudiantes, con el aval de la comunidad educativa y los sindicatos. Y, a diferencia de ustedes, sí hemos intentado contar también con su opinión en hasta tres ocasiones. Su respuesta ha sido siempre el inmovilismo y la negación.
Levantar la voz no es gritar más fuerte ni imponer criterios sin escuchar. Levantar la voz es trabajar con responsabilidad, conociendo la realidad y actuando con visión de futuro. Y eso es exactamente lo que hemos hecho. El CIFP sigue adelante, con un planteamiento inicial que permitirá su crecimiento futuro sin hipotecar los recursos del municipio. La parcela reservada para el centro educativo se ha planificado con inteligencia: en su fase actual servirá para resolver una necesidad urgente de aparcamiento, algo que también forma parte del bienestar de nuestros vecinos. Nada impide que en el futuro pueda expandirse si las circunstancias lo requieren.
Gobernar no es hacer promesas grandilocuentes irrealizables, sino tomar decisiones responsables que aseguren el desarrollo de Es Castell con sentido común y con los pies en el suelo. El PSOE tuvo su oportunidad y la desaprovechó. Ahora nos toca a nosotros trabajar con diálogo, compromiso y rigor. Y lo estamos haciendo.