Con los últimos datos publicados, los analistas económicos nos dan la pista de hacia dónde va la economía. Este ejercicio no es sencillo. Por la gran cantidad de datos y por lo complejo que puede volverse todo pero partimos de algunas certezas: El consumo se resiente. Ya sea por el factor precio o por la comodidad de tener el escaparate en nuestra pantalla, el comercio local padece (y parece que continuará así) un momento negativo.
¿Se acuerdan de la reivindicación del decreto de minimis? Esto afecta mucho al sobrecoste del transporte de mercaderías. La regla perjudica a las empresas de Balears. Es una ley de la Unión Europea, cuyo reglamento fue modificado en diciembre de 2023 y que ha ampliado el límite de 200.000 a 300.000 euros durante tres años de la cuantía máxima que pueden percibir de ayudas las empresas de Balears. El cambio, en todo caso, no ha dejado satisfechas a las empresas de las Islas, puesto que la Unión Europea no ha aceptado ninguna de las pretensiones de los firmantes del manifiesto ‘Illes Balears: uniendo fuerzas para superar las dificultades’. Si es malo para Baleares, es peor para Menorca. Es el efecto de la doble insularidad. Pero hay más.
Entre las conclusiones del estudio encontramos que en el cuarto trimestre de 2024 presenta un escenario complejo para la economía menorquina. A pesar de la buena evolución del mercado laboral y del sector turístico, se observan señales de moderación en la confianza empresarial y la contratación, así como cierta incertidumbre en el sector de la construcción.
Algunas voces claman para que la inversión en la isla se dirija hacia una industria que no sea del sector servicios puesto que este segmento ha ido desapareciendo sin que nadie cogiera el testigo y deja a Menorca con una sola carta a la hora de generar economía.
El crecimiento en la demanda de trabajo y la reducción de la población en paro son hechos positivos, pero la caída del número de contratos firmados podría ser un indicio de cierta precaución en el tejido productivo de la isla.
Gasto turístico
Como explicó el autor del estudio David Serra en una entrevista a Radio Menorca, el aumento del gasto turístico y el incremento en la movilidad aérea refuerzan el papel del turismo como principal motor económico de Menorca, pero también ponen de manifiesto por enésima vez la necesidad de diversificar la economía insular para reducir su dependencia de este sector. Además, el crecimiento en la demanda de combustibles y el consumo energético invita a reflexionar sobre el camino a una economía más sostenible y eficiente.
Reducción de la confianza empresarial
De cara al curso 2025-2026, será crucial observar la evolución de estos indicadores para entender hacia dónde se dirige la economía menorquina. La reducción de la confianza empresarial podría ser un factor de riesgo, especialmente si se traduce en una menor inversión y mayor contención en el mercado laboral, agravado por el conflicto de la vivienda, cada vez más en sintonía con regiones como Ibiza o Formentera. En este sentido, será fundamental monitorizar la evolución de la inversión y el mercado laboral durante 2025 para evaluar la capacidad de Menorca para mantener un crecimiento equilibrado y sostenible, en línea con la identidad de Reserva de Biosfera.
