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La producción de almejones en Menorca se desploma: cae de 5 toneladas a 0,5 en menos de tres décadas

El almejón menorquín ha pasado de representar el 32 % de la producción balear de moluscos al 0,2 %, según el último informe de Mar Balear

Menorca inició la acuicultura en Baleares y hoy es la única con cultivo de moluscos.
Menorca inició la acuicultura en Baleares y hoy es la única con cultivo de moluscos.
(Foto: Wikimedia Commons)

La acuicultura marina en Baleares generó 16,7 millones de euros en 2023, según recoge el Informe Mar Balear 2024, elaborado por la Fundación Marilles. En este ámbito, Menorca destaca como la única isla del archipiélago donde se mantiene la acuicultura de moluscos, centrada en la producción de mejillones (Mytilus galloprovincialis) y almejones (Venus verrugosa).

Esta actividad comenzó en Menorca en torno a 1880, con cultivos de moluscos en parques y bateas destinados al consumo local y gestionados de forma artesanal. Aunque la producción de almejones tiene un alto valor económico, su volumen ha descendido notablemente en las últimas décadas: si en 2006 representaba el 32 % del total de la producción de moluscos, en 2022 cayó al 0,2 %. En términos de peso, se ha pasado de las 5 toneladas registradas en 1994 y 1995 a 0,02 toneladas en 2022. En 2023, la cifra se elevó ligeramente hasta alcanzar las 0,5 toneladas.

Por otro lado, la producción de peces por acuicultura en Baleares cesó en 2007 y fue sustituida por la producción de alevines de dorada y lubina, que se trasladan a la Península para su engorde. Esta actividad ha experimentado un notable crecimiento: en 2003 el valor económico de los alevines producidos era de 1,95 millones de euros, cifra que ascendió hasta 16,5 millones en 2023.

En paralelo a la evolución de la acuicultura, el informe también advierte de una profunda transformación en el sector pesquero profesional. Entre 1950 y 2023, el número de embarcaciones profesionales se redujo un 79,6 %, al pasar de 1.265 a 257. La tripulación también disminuyó drásticamente: de 4.976 personas a solo 461, lo que representa un descenso del 91 % en 74 años.

Por modalidades, en 2023 se contabilizaron 226 embarcaciones de artes menores, un 18 % menos que en 2014, y 31 embarcaciones de arrastre, un 68 % menos que en 1975.

En contraste, la pesca recreativa sigue al alza. En 2023 se registraron 44.070 licencias en todas sus variantes (embarcaciones, pesca submarina, individual y deportiva), con el mayor aumento entre 1997 y 2004. Solo en el caso de la pesca desde embarcación recreativa, se contabilizaron 11.743 licencias vigentes. Esto supone 46 embarcaciones recreativas por cada barco profesional, una proporción que ilustra el cambio de modelo en la explotación marina del archipiélago.

La Fundación Marilles recuerda que el Informe Mar Balear es un proyecto colaborativo que cuenta con la participación de todas las instituciones de investigación marina de las islas, así como de entidades públicas y privadas.


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