Desde luego la administración NO. Por eso hemos convocado una huelga para el 23 de este mes.
La salud laboral y la protección eficaz en materia de seguridad en el trabajo es un derecho de los profesionales y una obligación de la administración que debe de garantizarla.
El colectivo médico está sometido a un distrés laboral crónico y acumulativo en el que destacan francotiradores laborales como la sobrecarga laboral ,las altas y complejas demandas laborales que interactúan con la falta de control y de autonomía del médico , el déficit de recursos , retribuciones insuficientes que manifiestan la subvaloración por parte de la administración, el acoso laboral y el aumento de la violencia .Hay mucha evidencia científica sobre el impacto del estrés en la salud mental y física del colectivo médico , que se manifiesta en trastornos mentales, físicos, conductas adictivas , burnout , abandono de la profesión y disfunciones familiares.
La pandemia no solo provocó la muerte de 130 médicos en activo ( medidas de protección inadecuadas ) , cifra bélica en tiempo de paz , que señala el grado de compromiso del colectivo médico con los pacientes, sino en la fase post pandémica presentaron: covid persistente, un 20-30% patología depresiva , trastornos de ansiedad , estrés pos-traumático y burnout .El burnout es el depredador más temible del colectivo médico, donde los estresores ocupacionales crónicos y los factores organizacionales tienen un gran peso etiológico .Agotamiento psicofísico , actitud fría y despersonalizada con compañeros y pacientes e intensos sentimientos de fracaso personal . Está triada sintomática se acompaña de patología psiquiátrica (ansiedad, depresión, conductas adictivas etc.
Nadie puede hacer de médico al 50%, nadie da lo que no tiene. El burnout es la fatiga de la compasión. Las víctimas: el propio médico y el deterioro de la relación médico paciente, que se vuelve cosificadora y deshumanizada. El burnout ha aumentado y es una epidemia silente que incide muy negativamente en la atención médica .Es un objetivo fundamental y una exigencia prioritaria de la Cesm y del Foro implementar estrategias en los tres niveles preventivos , incidiendo en los factores estresantes laborales , a través de un activismo muy proactivo , exigiendo el cumplimiento estricto de la Ley de Riesgos Laborales , por parte de la administración sanitaria .Aquí hay que resaltar la gran labor de la OMC y los colegios de médicos en la puesta en marcha , desde el 1988 del excelente PAIME , que tanto ha ayudado al colectivo médico .
Queremos un estatuto marco propio, que reconozca nuestra singularidad, que no siga esclavizándonos con jornadas maratonianas, con cargas de trabajo que dañan nuestra salud, que se reconozca nuestra profesionalidad, nuestro currículum formativo, nuestra alta cualificación, nuestra curva de aprendizaje que dura toda nuestra vida profesional y que priorice nuestra salud laboral y nuestra re-conciliación con la vida familiar.
Es decir que deje de maltratarnos y que respete NUESTRA DIGNIDAD.
Por eso la huelga, – la pelota está en el tejado de la Administración-, está servida, si en las negociaciones que nos restan, no recogen nuestros derechos.
No solo está en juego la salud de 177.000 médicos, en una sanidad pública deficitaria, que no es sólida, solvente y sostenible (con los recursos que ahora tiene) está en juego la calidad, la accesibilidad y la seguridad de la sanidad pública de más de 48 millones de españoles, que son los potenciales pacientes.
Entérese ministra, de esto va. De la dignidad de los pacientes y de los médicos.
Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.