Escribo mientras se celebra una reunión en Ferraz del partido socialista al más alto nivel. No tengo ni idea de qué va a pasar, no lo estoy siguiendo en los medios, para escribir este artículo desde la propia opinión.
Se podrá discutir la forma de hacer política del actual Secretario General del partido, indudablemente difícil de reconocer como “micropolítica socialista”; pero no se podrá discutir que es un político hábil, sin valorar ni entrar en tintes morales. Solo puro y duro en cuanto a movimientos estratégicos políticos y gestos, e incluso a nivel de retórica o de oratoria parlamentaria es un buen profesional, pero todo tiene sus ciclos, y después de todo lo vivido y lo que se vislumbra que se va a vivir, aparentemente se ha cerrado un ciclo en el PSOE y abierto otro, con una sucesión en la secretaria general.
Es preciso diferenciar entre la bicefalia del político, como presidente del gobierno y como secretario general. Me puedo equivocar pero no hay más opción para todos, guste o no guste, especialmente, para Sumar, Podemos, Junts, Bildu, etc. que seguir en la Presidencia del Gobierno. Convocar ahora elecciones sería un caos que solo llevaría a aumentar la dificultad de supervivencia de la Constitución actual tal y como está redactada. Veo las cosas de otra manera en la Secretaria del Partido Socialista Obrero Español, porque sí veo desgaste critico en la “autorias” del Secretario General. Por razones estéticas se mantendrá la imagen de todos a una con él, pero existen dudas, grandes dudas plural, de lo que ha pasado en la fontanería del partido y en los niveles próximos a la cúpula, en el segundo anillo de poder del gobierno y en el primer anillo de poder del partido. No hay porqué evitar en el análisis los factores de la situación. Fuera del partido, los casos de la mujer y del hermano del Presidente del Gobierno, son desgraciadamente muy llamativos. ¿Son casos de corrupción? No. No lo son. Son, presuntamente, casos de favoritismo a los que el aforamiento exprés del Secretario del partido en Extremadura ha añadido, un concepto jurídico: fraude de Ley, algo muy interesante
Al Fiscal General del Estado se une presuntamente el Presidente de una audiencia, que filtró la absolución de un acusado. Mixtos, tenemos el caso de Ábalos, dentro del gobierno y como secretario general del partido, y dentro del partido, tenemos a Cerdán,. Koldo, la fontanera de Moncloa, y algunos más que aparecerán.
Yolanda anda como gallina sin cabeza, corriendo para aquí y para allá, descolocada por todos lados, y cada vez más lejos de ser la primera presidenta mujer del Gobierno de España. Hay que aguantar para mantener lo que hay pero cada vez más lejos de la sociedad. Afortunadamente la oposición del Partido Popular, parece que se han inspirado en el campeón mundial Topuria y en su deporte y los nuevos fichajes en la cúpula nos llevan a lo más cutre que ha tenido el PP en toda su historia, próximo, muy próximo a la extrema derecha de Vox.
Este panorama, lo único que hace es perjudicar al PSOE de Menorca. Como ya pasó en las últimas elecciones. Aquí el PSOE con una sobresaliente gestión de Susana Mora, y unos cuadros muy buenos, ha pagado los platos rotos de la política general del estado, de manera injusta. Ha sido un anticipo de laboratorio de lo que podría ser un gobierno en la política general del estado del PP, de este PP áspero y bronco, sin ideología clara, con Vox, y las políticas que nos podrían venir. Sin embargo, la derecha aquí, está resultando absolutamente inoperante e ineficaz en los dos años de gobierno insular que lleva, carente de calidad política y en broncas con VOX.
El ciudadano menorquín debe volver a dar a los hombres y mujeres del PSOE su confianza, en las próximas elecciones, tanto en los ayuntamientos como en el Consell Insular, y a su gestión. Lo que hoy es Menorca no es cosa de la derecha sino de la izquierda. Y el modelo no es malo y ,aún hoy, desde la oposición, sigue trabajando en aumentar o conservar la calidad de vida de los ciudadanos de la isla, sin miedos, enfrentando por ejemplo la cuestión de la limitación de accesos a la isla para que la vida no se haga más difícil, buscando soluciones económicas que pasen por la conservación de lo que hoy tenemos.
Con tanta imagen de la península y tantos problemas de la Secretaria General federal, no puede pasar desapercibido al ciudadano menorquín que el PSOE de Menorca es un partido abierto a la sociedad, abierto al debate interno, con un secretario general nuevo, Pepe Mercadal, joven, trabajador y brillante en su personalidad, en su talante y en su formación e ideas políticas. Un secretario general que invita a la pluralidad y a la discrepancia democrática dentro del partido.
Aquí, todos con la conciencia y las manos limpias. Y si surge, desgraciadamente, un tema, que siempre puede surgir a cualquiera, sería un tema minoritario y aislado. Nadie puede estar a salvo de estas cuestiones de tráfico de influencias, corrupción, trato de favor, pero, por ahora, no existen.
Evidentemente, no es posible estar contentos con lo que pasa. Al revés, existe tristeza, pero también realismo y debate sincero, ganas de mejorar, y sobre todo que nadie piense que el PSOE de Menorca está hundido o con la moral baja. Todo lo contrario, está fuerte y con más ganas que nunca de servir a su pueblo, con un debate sereno y no crispado, realista y sin autoengañarse. En Menorca no se está con un líder, sino con unas siglas, PSOE, y esa es la oferta al ciudadano, el partido y no el líder. Y a mí me gustaría que el ciudadano lo comprendiera y separase Menorca del conjunto en las elecciones autonómicas y locales.
Aquí lo que se ve es la conveniencia de un congreso extraordinario para decidir, limpiando todo lo que haya que limpiar, la cuestión del liderazgo, y unas elecciones estatales separadas lo más posible de las elecciones autonómicas y locales. El PSOE aquí ha de llevar una política de pactos diferente al resto del Estado en cuanto a su política de relaciones con la extrema izquierda, y buscar nuevos espacios, que existen en la isla.
Ha sido una constante histórica la pluralidad de tendencias dentro del PSOE. Siempre ha habido un ala más a la izquierda, un ala más ideológica y obrerista y un ala más intelectual y moderada. Creo que ha llegado el momento de que este esquema vuelva a darse, y en lo que a mí respecta mi preferencia es por un ala intelectual, ideológica y moderada, que trate de acercarse al centroizquierda y a todo lo que no sea derecha que es de lo que se está alejando el PP y abandonando.
Por el contrario, el PSOE ha pagado precio por su acercamiento a Podemos y a toda la constelación populista de la indignación que dio lugar al microuniverso de la extrema izquierda. El partido más plural para todos y para la sociedad, para los más desfavorecidos, con carácter preferente, un partido de clase obrera, pero abierto a todos. Esta marca en Menorca existe y es posible volver a ponerla en marcha. También sería bueno que, dado que desde aquí se buscan las siglas PSOE como prioritarias sobre las personas, vuelvan a la política del partido y a la ayuda, viejos militantes que se fueron del partido o lo abandonaron por discrepancias. Creo que han llegado nuevos tiempos y que en este PSOE de Menorca todo el mundo tiene sitio, y espacio para debatir en libertad, mientras se pone en marcha el nuevo ciclo que ya se ve cercano.