Con la llegada de noviembre, los miembros de la Asociación de Propietarios de Viviendas Turísticas de Menorca (VITURME) han hecho balance de la temporada 2025.
La mayoría la califica como “buena”, incluso mejor que la de 2024, aunque reconocen que la inflación, la crisis europea y una cierta inestabilidad social han influido en el comportamiento de los viajeros, que han optado por reservas más cortas y un mayor control del gasto en destino.
Según una encuesta realizada por PIME, el 41 % de los asociados afirma haber mejorado su facturación respecto al año anterior, mientras que un 35 % indica que ha bajado y un 25 % que se ha mantenido estable. Estos datos reflejan una tendencia hacia la normalización del mercado tras el auge vivido en los años posteriores a la pandemia.
Según indican, uno de los aspectos más positivos ha sido la mejora en los meses de mayo y octubre, lo que apunta a un cambio en los hábitos de viaje que podría ayudar a alargar la temporada más allá del verano. Sin embargo, la reducción en la duración de las estancias ha supuesto más rotación de huéspedes y mayor trabajo de preparación de las viviendas y el correspondiente incremento de costes.
De cara a 2026, las expectativas de la Asociación son moderadamente optimistas: se espera que continúe esta tendencia estabilizadora. Algunas empresas y propietarios ya tienen una parte importante de sus reservas confirmadas para el próximo año, lo que aporta confianza en el futuro, pero, a la vez, preocupa que el mercado nacional, tan importante para Menorca y que generalmente espera reservar más tarde, no encuentre disponibilidad a precio asequible y busque otros destinos.