Fue una de las peticiones de los propios niños que participan del Consejo Municipal infantil. Querían menos coches en las calles, más zonas verdes y un espacio en el que pudieran interrogar a los políticos que hacen funcionar el ayuntamiento con sus decisiones. Y así ha sido. El domingo se despliegan varias actividades para que se pueda oir a los niños y sus reivindicaciones.
Desde las 10 de la mañana y hasta la hora de comer se cerrará el centro de la población, habrá rutas en bici, zona de talleres de urbanidad, pasacalles con gigantes, una chocolatada, la siembra de un árbol frente al mercado del pescado, en la plaza del ayuntamiento se van a parapetar varios regidores del ayuntamiento que participaran de encuentros directos con los propios niños y con sus preguntas. Según técnicos del ayuntamiento, la participación de los niños en las administraciones siempre comienza con peticiones que van en la línea de conseguir para la ciudad cosas como, por ejemplo, grandes centros comerciales, pero que a medida que van discutiendo y conociendo mejor el entorno y su gestión, derivan en elementos como los de hacer de la ciudad un espacio más amable para los viandantes.
En el transcurso de la mañana también habrá una zona para recoger voces y testimonios de los participantes, que formará parte de un programa de radio que se emitirá el lunes. En el consistorio suman la celebración del Dia mundial de los derechos de la infancia a la celebración, el próximo día 30, de lo que se denomina Ciudades educadoras, un título que también tiene Maó.