El grupo ecologista GOB quiere revitalizar la Albufera des Grau insuflando agua dulce procedente de la nueva estación depuradora de Addaia. Los ecologistas apuntan la posibilidad de financiar esta medida mediante el impuesto de turismo sostenible. La medida, junto a otras, como evitar los perdigones de plomo o poder alimentar a las aves carroñeras son algunas de las propuestas que el GOB ha presentado al Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de la Albufera des Grau. Se trata de un instrumento que pretende gestionar mejor la relación de las actividades humanas con el espacio protegido.
Una de las cuestiones más preocupantes para el futuro de la Albufera des Grau es la llegada de agua dulce. En los años setenta y ochenta se captar aguas para enviarse a abastecer urbanizaciones o para crear nuevos regadíos. Eran reservas hídricas que aportaban históricamente agua dulce a la laguna y entonces se acabaron. La Albufera sufre desde ese momento una carencia importante. Miquel Camps, portavoz del GOB, señala que el agua depurada procedería de urbanizaciones por lo que no debe tener ningún contaminante que se pueda tratar correctamente en la nueva estación de Addaia. Por ello el líquido debería ser más que apto para la laguna y se evitaría la entrada de agua marina que aumenta la salinidad de la zona y afecta al ecosistema.