La labor social y deportiva del Club Marítimo es bien conocida y aglutina un respetable número de décadas ejerciendo este papel. Pero desde que Autoridad Portuaria fue aplicando los preceptivos concursos para decidir qué empresa se encargaba de gestionar los amarres de diferentes puntos del puerto, el Marítimo de Mahón se opuso.
Pidió que se considerara la posición de ventaja con la que partía; ya estaba aquí y, además, venía desarrollando una buena labor. Pero en las bases del concurso que le arrebató en un primer momento las amarres que tenía frente a su sede social puso al borde de la desaparición toda su razón de ser.
En aquel proceso hubo dudas razonables que acabaron en el juzgado y, a la postre, en un motivo más para que el Club reivindicara con fuerza su posición. Ahora se vislumbran nuevos concursos que podrían tener dos resultados bien diferentes; o le dan una oportunidad al Club Marítimo para recuperar aquella posición de importancia en el puerto o bien, si al final una empresa privada se queda con el primer puesto del concurso, podría dejar de tener lo necesario para continuar. ¿Qué club marítimo del mundo no tiene amarres?
El presidente de la entidad, Antonio Hernández, advierte que las grandes regatas que han dado nombre (y han dejado destacados ingresos a los comercios de la isla) dejarían de venir. Los cálculos que hace el Club no son únicamente para el libro de contabilidad de la entidad si no para lo que conlleva la organización de estas regatas.