Woody Allen con su humor caustico y yanqui se pronuncia “Si Navidad no suena a renacer…pagué muy caro mi Belén”.
El invierno comienza cuando crece el sol, los días se alargan cuando éste empieza. Como un árbol que crece y aún el mismo bosque que crece no hacen ruido…
El pueblo, la masa, la gran tela social hace a veces una lectura de sí misma que es fundacional con un antes y un después.
Se cuenta de un sabio que reunido con sus discípulos los provocó a que le hiciesen preguntas y hasta que discrepasen de sus enseñanzas.
Los discípulos molestos le respondieron que su padre antes que él no había obrado así. ¿Era él fiel a su padre y a sus preceptos?
El sabio con una mirada pícara si bien benévola les contestó: Os lo explico, yo aprendí de mi padre (vuestro elogiado modelo), que como él no hay que imitar a nadie.
La historia de Belén es la ruptura con una tradición añeja de leyes y preceptos que se volvieron en contra de las aspiraciones de una generación de hombres y mujeres que comenzaron un tiempo novedoso…Un Nuevo Testamento.
Ser noticia, sentirse en el punto de mira sólo lo consigue quien poza limpio. Dice la máxima “No pidas el camino a quien lo conoce ya que podrías perderte”.
La Cábala, lectura sabia judía llama a su Dios “Quizás”…los niños son vivaces porque hacen las preguntas cuando los mayores sólo dan las respuestas.
La fe no ofrece a uno la garantía de nada sino la osadía de la vida…mi existir.
¿Quién dijo que la persona sea fotocopia de la vida? ¿No es uno mejor imagen de ésta?
Lo que de veras mueve una sociedad no es un “Todo Poderoso”, sino más bien “El todo posible”…
El maestro sincero y fiel no enseña…Tú debes, sino tú puedes.
En todos y en todo hay fisuras y es por estas que puede pasar la vida y también la luz…Quizás.
“La respuesta es sí, pero olvidé cuál era la pregunta”. (Woody Allen).
BONES FESTES.
Mbonet-fuster