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El GOB cierra con éxito un programa de protección de la tortuga de agua

Los datos recabados, en parte, en Menorca permiten diseñar un programa de conservación de la especie

Mejor conocimiento.
Mejor conocimiento.
Los datos recabados permiten tener un mejor conocimiento de la especie y sus necesidades. (Foto: GOB)

Con el final del año se cierra también el proyecto Territorio Emys, que ha unido las entidades Acción Ecologista Agró (de Valencia), Fundación Emys (la Selva, Girona) y el GOB de Menorca con el objetivo de mejorar la conservación de la amenazada tortuga de agua (Emys orbicularis).

La colaboración entre estas tres entidades conservacionistas del arco Mediterráneo de la Península Ibérica, con la colaboración de la Universitat de Girona, ha permitido coordinar una misma metodología para hacer el seguimiento de las poblaciones de esta especie protegida. Se han conseguido capturar, analizar y marcar un total de 229 tortugas de las tres poblaciones diferentes (Valencia, Menorca y la Selva). Un centenar corresponden a nuestra Isla.

Los datos han permitido analizar la estructura poblacional y el estado de conservación de la especie y de su hábitat, lo cual ha facilitado el desarrollo de un proyecto de conservación para la especie que aportará directrices para hacer frente a las presiones que amenazan su supervivencia.

En algunos lugares de Menorca parece mantenerse una buena población de tortuga de agua, pero se trata de una especie ligada a ambientes frágiles, como son los torrentes de cierta capacidad. La destrucción del hábitat, la contaminación o el cambio climático, pueden incidir en la evolución de los efectivos.

Es un animal que depende mucho del régimen de lluvias y suele concentrar su actividad principal para primavera y para otoño. La mayoría de torrentes y balsas se secan en pleno verano y las tortugas se suelen enterrar en el barro húmedo. Normalmente vuelven a su actividad en otoño, después de las lluvias de finales de verano. Pero este año, por ejemplo, no ha llovido hasta muy entrado el invierno, y la temperatura baja tampoco va bien por las tortugas para que hibernan.

Con los torrentes secos en el mes de octubre, no se pudieron hacer casi capturas de animales. Algunos de los ejemplares cogidos es otoño ya habían sido marcados por primavera y esto  permitió comprobar, por ejemplo, que habían perdido un 10% del peso que tenían meses antes.

Se han hecho algunas mejoras de hábitat con el objetivo de conseguir tener agua durante más tiempo a disposición de las tortugas y se ha consensuado una cláusula que se irá incorporando a los acuerdos de custodia agraria de los lugares que tengan balsas o torrentes , para plantear la conservación de la especie de manera explícita.

El proyecto Territorio Emys fue escogido por Fundación Biodiversidad del Ministerio de agricultura y pesca, alimentación y medio ambiente, en una convocatoria abierta realizada a nivel estatal.


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