La expresión artística de la infancia ayuda a entender su visión del mundo. Cuando este mundo se desmorona, los dibujos muestran menos color, más elementos que ensombrecen el entorno. Con una comparativa de los dibujos antes y después de la huída de su tierra, la exposición permite ver un progreso que se concluye con unos dibujos que recogen un halo de esperanza. La esperanza de haber llegado a Europa, lejos de su tierra sí, pero también a salvo de la guerra.
La iniciativa de Cruz Roja permite a lo largo de estos días y de manera itinerante, recorrer Menorca. Su primera sala de exposiciones, el Claustre del Carme, ha ofrecido también una serie de dinámicas que Adela Ferrer se ha encargado de hacer dirigidas al público escolar que ha visitado la muestra. Ahora todo esto se traslada a Alaior para quedar hasta el 4 de marzo. Luego seguirá su camino por Sant Lluís, Es Mercadal y Ciutadella, donde cerrará su paso por nuestra isla el 14 de mayo.
Según explica Ferrer, los escolares que visitan estos cuadros de la realidad de los movimientos migratorios se preguntan porqué motivo estos jóvenes pintores se ven empujados a vivir desprovistos de los mínimos derechos que ellos gozan en esta parte del mundo, mucho más calmada y en paz.