Entre sus fundadores se encuentra el filántropo medio ambiental Ben Goldsmith que ya ha desarrollado una actividad en la misma fundación de Ibiza.
Las islas y su biodiversidad son objetivo de esta Fundación que ya lleva trabajando unos meses en Menorca y que se ha propuesto actuar en aquellos ámbitos más necesarios. Un claro ejemplo es el acuerdo que ha permitido ayudar al GOB Menorca a financiar la recuperación de elementos de recogida de agua de lluvia en fincas que participan de su programa de custodia agraria.
De esa manera se esperan recuperar cerca de 900 toneladas métricas de agua de lluvia para uso agrícola.
Rebecca Morris se encarga de conducir a esta Fundación que acepta donaciones y recoge aportaciones para un fin que favorezca la sostenibilidad de Menorca. Además del agua, la Fundación se interesa por la costa menorquina y ya está cerrando nuevos acuerdos que permitirán la realización de un estudio de las especies más vulnerables a la pesca. Eso permitirá establecer una estrategia para garantizar el equilibrio y mejor conservación de la fauna marina.
Por otro lado, quieren incidir en la conservación del paisaje y de los productos locales, un mejor tratamiento de los residuos o el fomento de las energías renovables.