El pasado miércoles en el CEIP Sant Lluís, Ernest Fortuny realizó una conferencia organizada por la APIMA de dicho colegio. En la charla, Fortuny hizo hincapié en la actitud, los valores, los hábitos, la paciencia, pero sobre todo la importancia del amor en la educación.
Con su peculiar sentido del humor para hacer conferencias amenas y divertidas, este maestro escolar de Es Castell destacó reiteradas ocasiones el amor que debemos dar a nuestros hijos y sobre todo demostrárselo, decírselo, repetírselo. Y según él, hay muchas maneras de hacerlo. Con su experiencia como padre y como profesor, Fortuny asegura que nunca habría podido educar a nadie si no lo hubiera amado.
Los niños necesitan rutinas, necesitan saber lo que tienen y deben hacer en todo momento, cuando esa rutina la tienen como un hábito de allí conseguimos que valoren las cosas, pero esto se consigue con actitud.
Sobre el educar en la paciencia, explicó que cuando un niño quiere algo con urgencia, lo quiere “ya mismo”, hay que enseñarle a esperar. Enseñarle que tal vez ese no sea el mejor momento, explicándoselo y justificándoselo. Cuando conseguimos, después de días y días de repetírselo, crear esa rutina de saber esperar, conseguimos el hábito que buscamos y le hemos dado el valor de la paciencia.
Al respecto de las rutinas, el ponente explicó que el niño debe saber cuándo y porqué es hora de acostarse. Debe saber que durante el día se pueden hacer muchas cosas: reír, jugar, cantar, gritar, correr … pero que llega un momento en que todo se acaba, y que hay que estar en silencio, tranquilo y recostado. Saber que al día siguiente todo empezará de nuevo y volverá a ser igual que antes, pero que hay un momento en que se acaba y es hora de dormir. Según Fortuny, de esta forma conseguiremos que el día de mañana nuestro hijo o hija sea una persona fuerte y entienda que la vida te quita muchos momentos que deseas, y te quita de tu día a día personas que desearías que siempre estuvieran contigo. Pero que a pesar de ello, no pasa nada, la vida continúa y mañana habrá más vida.
Lo ideal es educar para aprender a tener la actitud de ser fuerte, paciente, valiente, arriesgado, con ilusión, con esperanza. Debemos trabajar para que sean personas sociables.